Felipe Díaz Garza / By pass a la soberanía

AutorFelipe Díaz Garza

Desde luego que Adolfo Aguilar Zinser no es un buen diplomático, en el sentido tradicional y profesional del término. Dos impedimentos serios tiene el referido que determinaron el by pass que cortó su incipiente carrera como embajador. El primero de ellos es que se atreve a decir lo que piensa en ejercicio de sus libertades de expresión, de pensamiento y de acción. A Adolfo se le olvidó o quizás nunca supo que la verdad no es negocio en el negocio diplomático, cuyos más renombrados exponentes son aquéllos que ocultan sistemáticamente lo que piensan para agradar a los clientes internacionales de la carne nacional.

En ese contexto, fue decisivo para la expulsión infamante de Aguilar Zinser de su embajada ante Naciones Unidas el haber dicho a estudiantes mexicanos que Estados Unidos nunca ha visto a los mexicanos como sus socios, como lo hace con los europeos, sino que nos ven como su patio trasero. Y Aguilar remató diciendo que seguiremos siendo el patio trasero de Estados Unidos mientras en México haya alguien que piense que hay que tragar camote.

El segundo impedimento para ser embajador del ya ex embajador es que tiene dignidad, lo cual parece ser un estorbo en la actividad política en general, pero en especial en la diplomacia. Aguilar es un hombre valiente y digno. Lo primero lo probó cuando les habló a los estudiantes de la Ibero sobre el patio trasero en que vivimos los mexicanos y lo segundo lo demostró al dejar la embajada a la de ya, el jueves pasado. El presunto secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, había anunciado que retiraba al embajador Aguilar a partir del 1o. de enero próximo, una vez concluido el periodo de México en el Consejo de Seguridad de la ONU, fecha que estableció el también inexperto pero no tan valiente ni tan digno secretario, obviamente para no perder más figura de la ya quemada en el incidente.

Y aprovecho la referencia al secretario Derbez para explicarle lo del by pass, término que he utilizado líneas arriba y en el encabezado y que define el cese de Aguilar Zinser pues, aunque finalmente haya renunciado para irse dignamente, lo cierto es que fue despedido indignamente. Y lo más indigno de todo fue que la orden de cese se la dio a Luis Ernesto Derbez el secretario de estado norteamericano, Colin Powell, en un by pass que brincó al presidente Fox para quitar de en medio al embajador que se había convertido en una pulga en la oreja de Powell, jefe virtual de Derbez y originador...

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