Felipe Díaz Garza / Ave, Caesar

AutorFelipe Díaz Garza

Aunque presumimos de ser una nación moderna y civilizada, lo cierto es que en muchos aspectos somos bastante primitivos y manipulables como individuos y como grupo, lo que desmiente nuestra presunción de modernidad y con más razón nuestra convicción de adelantados.

Al reseñar prácticas pintorescas generalizadas en nuestras campañas políticas, una nota de ayer en este medio exhibió la fragilidad de nuestro supuesto desarrollo.

Diariamente equipos de jóvenes y adultos se encargan, señala el reportero, de animar a diario en los cruceros del área metropolitana de Monterrey las campañas políticas de los candidatos que buscarán ganar en los comicios del 6 de junio.

Trabajan como locos, aunque incurra en un pleonasmo natural: trabajo y locura no son lo mismo, pero lo son.

Muchos de ellos, los más esforzados, me atrevería a decir que la mayoría, no lo hacen por pasión política ni mucho menos por identificación ideológica con un candidato o partido, cosa que hablaría de una multitud comprometida, lo que acaba siendo subversivo y peligroso.

Su principal motivación es, declarado por ellos mismos, un pago cercano a los 2 mil pesos semanales y la comida del día.

Los más visionarios son los que esperan, además del sueldo, por decirle de alguna manera, y los tacos o pizzas de premio, colarse a la organización y hacerse de conocidos, apostarle a un caballo ganador y, así, ligar una chamba, no necesariamente importante ni bien remunerada, en el equipo que algún día accederá al poder.

Desde luego no son expertos en administración pública ni en campañas políticas, de las que no saben nada, pero si el gallo al que le apostaron gana y los recuerda como mandables bien dispuestos, más que como expertos en asuntos de gobierno o en desarrollo político, quizá alcancen un hueso que marque el principio de una larga carrera pública, con acceso a bendiciones presupuestales, más que salariales.

Por lo pronto, los campañeros del candidato agitan banderas, se divierten, tocan la tambora trepados en una plataforma de camión o le acercan cocas al gran hombre o a la gran mujer a los que siguen...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR