Felipe Díaz Garza / La carta de Cantinflas

AutorFelipe Díaz Garza

Hace una semana le escribí aquí mismo que el senador Eloy Cantú Segovia se oponía a la nueva Ley General para el Control del Tabaco. El puntilloso senador me escribió una carta en la que no sólo me sorprende manifestándose de acuerdo con el propósito fundamental de la ley antitabaco, "consistente en proteger a la población de los efectos nocivos del tabaco y de instituir medidas para la reducción de su consumo", sino que, cito textualmente, "en su oportunidad, votaré a favor de la misma en el Senado".

El senador me asegura estar a favor de proteger al pueblo que representa de los efectos nocivos del tabaco y de instituir medidas para la reducción de su consumo. Sin embargo aceptó ser el "amable conducto" de las tabacaleras para presentar a la comisión dictaminadora las opiniones de representantes de la citada industria, que proponen que con la nueva ley habría una "probable afectación a las garantías de competencia y libre concurrencia, la competitividad, el comercio y aspectos operativos del referido proyecto". Mi corresponsal me aclara: "No emití juicio de valor sobre las mismas (opiniones) y el análisis que propuse tenía el propósito de atender las peticiones y observaciones presentadas a la Comisión que presido, en su carácter de encargada de la materia de Comercio, en el Senado de la República".

¿A quién quiere engatusar el senador? En su carta a las comisiones reunidas de Salud, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Legislación propone, a nombre de la industria tabacalera que representa, claro, que la restricción de la publicidad en el punto de venta se considera una obstrucción innecesaria a la comunicación comercial con los consumidores, pues no se considera que formen parte de los medios de comunicación masiva, y afectaría la posición de los competidores en el mercado al no poder dar a conocer su producto, su precio y otras características. Esto podría ser un aspecto de difícil control, considerando que se estima hay más de 500 mil puntos de venta en el país. Las empresas tienen libertad de llevar veneno venal a la plaza comercial, vamos.

Cantú Segovia sigue clamando, siempre en referencia no comentada a la opinión de la industria, que siendo el consumo de tabaco una actividad lícita debería permitirse a los adultos que decidan fumar tener acceso mediante publicidad -limitada pero suficiente- a la información necesaria para ejercer la libertad de elegir una marca determinada, en un ambiente de competencia. El libre derecho al...

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