Explora un mundo loco

AutorEduardo Alvarado

Ni globalifóbico ni globalifílico. Andrés Wood, cineasta chileno de quien se presenta en cartelera su tercer largometraje, La Fiebre del Loco, se ubica a sí mismo "en una cosa intermedia, no tibia" y piensa que "la globalización a aportado bastante al cine".

Y es que la interrogante nace del tema profundo que circula al interior de su cinta: la poderosa influencia que puede tener el gusto erótico-culinario de los japoneses en los habitantes de un remoto pueblo pesquero enclavado en la Patagonia chilena.

"Pasan cosas curiosas: aquí está llegando mucho más cine latino; mucho más cine mexicano, argentino, algo de cine peruano y español. No sé si es producto de la globalización pero yo siento que tiene algo que ver, al menos con la globalización de la información" señala Wood.

"Por otro lado, hay un tema: que justamente la globalización está afectando las historias particulares, la historia personal, la historia del barrio y por lo tanto a nuestro cine, que no responde a las leyes de mercado, lo que hace que estas películas tengan mucho valor porque finalmente cuentan nuestra historia. Gracias a la globalización o como producto de ella uno tiene que diferenciar y encontrar sus raíces".

El Loco es un molusco enormemente apreciado por los nipones, en parte por sus supuestas propiedades afrodisíacas, pero, como sucede con otras especies animales, está en peligro de extinción. Su cotización en el mercado puede alcanzar cifras estratosféricas y con ello desatar los sueños de prosperidad de una diminuta aldea, pero también la codicia de más de un vivales.

"Yo parto del tema de la globalidad", comenta el cineasta. "Evidentemente no está explícito al 100 por ciento pero lo que me motiva es cómo el consumo en el otro extremo del mundo afecta a un pequeño grupo humano perdido en la Patagonia, y eso tiene que ver con la globalidad. Pero más que eso me interesan esos personajes que manejan conceptos de globalidad y se creen parte de la globalización pero están absolutamente ajenos a ella sin que se den cuenta. Eso de alguna manera tiene la idea de ser el reflejo de nuestro pequeño país, que es una pequeña isla también, donde ahora todos manejan términos económicos. Eso busca reflejar", puntualiza Wood.

Al mejor estilo de los saqueadores posmodernos, Canuto (interpretado por el estupendo actor Emilio Bardi) retorna a su pueblo natal supuestamente en representación de un acaudalado comerciante japonés que desea comprar la producción total del molusco...

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