El exorcismo social de José Revueltas. La confrontación entre el poder y las ideas

AutorJorge Sánchez Cordero

En el voluminoso expediente judicial, resguardado en el Archivo General de la Nación, destaca el testimonio de Revueltas: el documento sobresale como una de las piezas más elocuentes en torno a la libertad en este país, que recuerda la frase pronunciada por Martín Lutero en la Dieta de Worms en abril de 1521:

El escritor en Lecumberri

"Aquí estoy de pie; no puedo hacerlo diferente". Frente al cadalso, en un acto de firmeza insólito en México, el autor de El luto humano se sostuvo en sus declaraciones tanto ante la autoridad ministerial como ante la jurisdiccional.

El poder del Estado no fue suficiente para doblegar el espíritu de Revueltas, quien reivindicó a sus ideas como su única arma, de donde emanaban sus enseñanzas para abrir la conciencia en los estudiantes a fin de que supieran defender sus ideales y sus derechos por todos los medios. Sostuvo incluso la necesidad de una reforma electoral de envergadura que asegurara el pleno ejercicio de la democracia y de la libertad en México.

Revueltas rindió su declaración ministerial en un "consignamiento clandestino", como describiría a su mazmorra, y en su declaración preparatoria de noviembre de 1968, ante la estupefacción del fiscal federal, asumió la plena responsabilidad moral de sus actos; expresó que su deposición ministerial contenía una versión de las palabras que de viva voz había narrado, las cuales correspondían en términos generales a lo que había expuesto.

El careo muñido por la fiscalía con Francisco Espíndola Ta-maria, Julio Viveros Almada, Raúl Cervantes López y José Guadalupe Luna nunca tuvo lugar, por razones poco claras. Ante ello, el juzgador se vio obligado a fundar y motivar su sentencia de forma por demás acotada.

Las motivaciones de la resolución adolecen sin embargo de graves deficiencias: a José Revueltas difícilmente se le encuentra en aquellas. Más aún, la lectura de las constancias de este proceso y de la sentencia son concluyentes: el pasado comunista y las ideas de Revueltas fueron razón suficiente para que se le acusara de invitación a la rebelión, asociación delictuosa, sedición, daño en propiedad ajena, ataques a las vías generales de comunicación, robo de uso, despojo, acopio de armas, homicidio y lesiones, estos dos últimos cometidos contra los agentes de la autoridad. Nadie se puede llamar a sorpresa: fueron sus ideas la causa principal de su incriminación y de su sentencia.

Para José Revueltas la novela es un instrumento de libertad que conduce a la...

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