Éxitos y fracasos de la prevención del delito en el mundo

AutorIrvin Waller
Páginas247-260

Page 247

Los problemas del delito y su prevención -afirma el autor- han ido quedando en manos de la justicia penal. Sin embargo, los altos niveles delictivos prueban que las medidas adoptadas no han sido lo suicientemente efectivas, pues se da preferencia a las modas y a lo que se cree que está bien. Como se ha comprobado en Europa y Estados Unidos, atacar las causas que propician el delito lo reduce de una manera sustancial.

La experiencia internacional muestra que la inversión local en la prevención secundaria tiene resultados favorables, sobre

Page 248

todo bajo una responsabilidad central que movilice a las agencias clave en función de las soluciones.

La delincuencia, la violencia y la inseguridad constituyen un significativo reto para los gobiernos y las comunidades locales al finalizar el segundo milenio. Pese a su aparente descenso en los países desarrollados, a lo largo del mundo las tasas aumentaron tres veces o más respecto a las que había en la década de los sesenta.

Los ciudadanos están frustrados con las fallas de las políticas gubernamentales, incluso donde la población ha sido invitada a colaborar en las políticas comunitarias o en las campañas de prevención. A menudo los gobiernos han gastado más en la aplicación de la ley y las prisiones, a pesar de las rígidas políticas iscales y la disponibilidad de evidencia que ataca las raíces del delito y de la victimización que llevarían a buenos dividendos, menos costo y una respuesta efectiva a las necesidades públicas.

En las décadas de los ochenta y noventa los congresos de las Naciones Unidas y las conferencias internacionales hicieron llamados en pro de concretar los pasos para confrontar este reto que relaciona la aplicación de la ley y la justicia penal con el uso extendido de efectivas estrategias de seguridad en la sociedad. El Centro Internacional para la Prevención del Delito (CIPD), en Montreal, Canadá, se estableció con objeto de defender estos esfuerzos y fortalecer la seguridad pública y la de la víctima. Adjunta está una descripción de la misión y de las actividades más importantes de este centro, lo mismo algunos extractos de sus dos publicaciones que analizan los resultados de la prevención del delito y proporcionan ejemplos para inspirar un mayor uso de la prevención en lo futuro.

Los europeos y los estadounidenses se complacen con el decremento del delito en la última década, en algunas ciudades. Esa reducción puede observarse en algunos países por los nuevos empleos creados para los jóvenes que trabajan en las comunidades y por la inversión de cuantiosos fondos en la prevención probada.

Pero todavía se necesita bajar más las tasas del delito a los niveles alcanzados en las décadas de los cincuenta y sesenta. Para el promedio de las familias europeas o estadounidenses cada año más de cuatro mil dólares se utilizan en la justicia penal y la seguridad privada, lo mismo que en las perdidas por robo en propiedad y daño a las víctimas.

¿Este dinero podría ser gastado más sabiamente? ¿Pueden beneficiarse más los países de Norteamérica y de Europa con una mayor inversión en la prevención? Esas respuestas las veremos en esta sección, basada en la segunda publicación del Compendio de prevención del delito (Crime Prevention Digest), producido por el CIPD.

1. Las tendencias del delito mejoran, pero empeoran más de lo que eran

Las democracias occidentales en Europa, Australia, Estados Unidos o Canadá han visto una gradual declinación en las tasas del delito percápita en la década de los 90, pero en razón del rápido incremento de los índices del delito en los 60 y 70 los niveles actuales son todavía dos o tres veces mayores que los de los primeros años de los 60.

Las tasas en cuanto a delitos domésticos, como las víctimas de delitos comunes en propiedad (tales como los robos a casas habitación o robos

Page 249

de vehículos), están en un rango similar en ambos lados del Atlántico. Un estudio comparativo realizado en 1996 mostró que mientras en el Reino Unido se había efectuado un robo a casa habitación por cada 33 personas, en Estados Unidos y en Holanda había sido por cada 38 personas y en Francia por cada 42.

Desafortunadamente los índices de homicidio en Estados Unidos son ocho por cada 100 mil habitantes: cuatro veces más que los registrados en Europa Occidental, cuyas cifras son entre uno y dos por cada 100 mil personas.

En las últimas cuatro décadas las respuestas al delito en el mundo occidental han consistido, principalmente, en la aplicación de la ley y de la justicia penal. Los gastos por cada una de las mayores funciones de la justicia (policía, corrección judicial) han tendido a elevarse constantemente durante varias décadas.

En Estados Unidos, como en Europa Occidental, la mayoría de los delincuentes enjuiciados y condenados por delitos comunes se encuentra en desventaja, generalmente en su última etapa de la adolescencia o en los primeros años de su vida adulta. Últimamente muchos son encarcelados.

El índice de personas (por cada 100 mil habitantes) en prisiones y cárceles para adultos, basado en un promedio diario, funciona como un indicador del uso del encarcelamiento como sanción. En Estados Unidos en 1970 la tasa era de 176 por cada 100 mil habitantes, comparada con 80 para Inglaterra, 59 para Francia y 18 para Holanda. Hacia 1988 estos índices crecieron a 645 en Estados Unidos, 125 en Inglaterra, 90 en Francia y 85 en Holanda; la distancia entre los países europeos y Estados Unidos se alargó.

2. El Reino Unido se acoge a la prevención para gastar mejor, y no para gastar más

En 1997 el Tesoro (Ministerio de Hacienda) del gobierno británico dijo que el gasto no aumentaría a menos que el delito decreciera. Por lo mismo emprendió una amplia revisión del gasto por medio de las evaluaciones estadounidenses, británicas y holandesas, lo mismo que del análisis del CIPD. Y es que esos programas identificaron que había una sensible merma del delito mediante la inversión en la prevención; mostraron asimismo evidencia de que en los enfoques preventivos particulares fueron más efectivos los costos que lo que pagaron por más de lo mismo1El H. M. Inspectorate of Constabulary (1998), recabado de entre la experiencia de los jefes policiacos distinguidos en el Reino Unido, examinó el éxito de la policía británica para contrarrestar el delito. Las fuerzas policiacas que habían logrado una reducción del 40 por ciento del delito en los últimos cinco años, sin incrementar su personal, habían utilizado la vigilancia para solucionar los problemas y se asociaron con otras organizaciones. Demasiada vigilancia fue aún reactivada a pesar del interés en los instrumentos de prevención. Este informe del H. M. Inspectorate of Constabulary se escribió bajo la dirección de John Stevens, recientemente nombrado a la cabeza de Scotland Yard, la policía muy conocida de Londres.

Otro estudio, de 1996, de la Comisión de Auditoria (Audit Commision) -entidad guberna-mental dedicada a revisar los gastos del gobierno local-, que trata sobre los delitos juveniles, produjo el Mispent Youth (Juventud Malgastada),

Page 250

en razón de que se estaba llevando a cabo una respuesta ineiciente después de que el daño ya se había hecho; esto antes de que los programas involucraran a la juventud y se mejorara la educación en la niñez temprana, cuando la investigación conirma que puede alejarse a la juventud de una vida delictiva.

Ellos están de acuerdo con la investigación del Congreso de Estados Unidos de que el principal impacto del encarcelamiento es incapacitar a los delincuentes que viven tras las rejas; sin embargo la experiencia enseña que el efecto sobre los delincuentes liberados durante los dos primeros años para reincidir en actividades delictivas es poco y alto sobre aquellos que no lo fueron.

Como resultado, el gobierno del Tesoro británico asignó el equivalente al 5% del gasto al reforzamiento y la disuasión (siete dólares por familia al año) para un nuevo programa de reducción diseñado para multiplicar las formas probadas efectivas de desacelerar el delito. Del nuevo dinero, 10% sería destinado a evaluar los costos y los beneicios de la inversión.2

El enfoque del programa incluye:

· Asistir a las familias, a los niños y a las escuelas en riesgo para prevenir la delincuencia en los jóvenes.

· Atacar los delitos de alto volumen cometidos en las comunidades (por ejemplo, los robos a casas habitación).

· Rediseñar productos para incrementar la resistencia al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR