Exhibirán por vez primera en MNA 270 piezas de civilización tolteca

MÉXICO, D.F., agosto 9 (EL UNIVERSAL).- Hace semanas actualizan la sala tolteca del Museo Nacional de Antropología (MNA), para exhibir por primera vez 270 piezas arqueológicas de esta civilización, entre las que resaltan un pectoral de conchas y caracoles creados hace 1,000 años y que formaba parte de una ofrenda mortuoria del sitio de Tula, en Hidalgo.En un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el experto de la Subdirección de Arqueología del MNA, Stephen Castillo, refirió que por primera vez se mostrarán piezas procedentes de la Zona Arqueológica de Cantona, Puebla, la ciudad prehispánica más grande del centro de México durante el periodo Epiclásico (650-900 d.C.), tras la caída de Teotihuacan, la cual también se convirtió en la principal productora de objetos de obsidiana, al tener bajo su control el yacimiento llamado Oyameles Zaragoza.Indicó que de ese sitio se presentará un caracol de mar que data de 650 a 950 d.C., y que quizá fue utilizado como instrumento musical durante antiguas ceremonias. La pieza fue encontrada hace cinco años como parte de una ofrenda, por el arqueólogo Ángel García Cook.En la parte central de la sala se contempla exhibir objetos y gráficos correspondientes a la ciudad de Tula, Hidalgo, urbe tolteca que, si bien tuvo su origen durante el periodo Epiclásico con el surgimiento de Tula Chico, alcanzó su esplendor en el Posclásico Temprano (900-1250 d.C.), cuando se construyeron las grandes edificaciones, como la Pirámide de los Atlantes, el Palacio Quemado y la cancha del juego de pelota, mencionó Castillo.Esas piezas que se exhibirán por primera ocasión, entre ellas un pectoral de conchas rojas y caracol (de 1.2 m de largo y 41 cm de ancho), acompañado de un collar también de concha, que datan aproximadamente del año 1000 d.C., formaron parte de una ofrenda localizada a principios de los 90 en el Palacio Quemado.También se integrará al montaje, un disco de turquesa -de 33.3 centímetros de diámetro- localizado junto con el pectoral de Tula, que tiene cuatro flores de pirita en los extremos de la circunferencia, y que el público podrá admirar una vez que culmine su restauración por especialistas del INAH.De igual manera, se mostrarán tres fragmentos de hueso tallado -que aún está en análisis para determinar a que animal corresponden- encontrados hace unos meses en la periferia de la Zona Arqueológica de Tula; aproximadamente tienen 900 años de antigüedad y en ellos está grabada la...

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