Frente a la eutanasia promover los cuidados paliativos. análisis de la ley francesa del 22 de abril de 2005

AutorPaul Piaton
Páginas241-255

Page 241

En su ley1 n° 2005-370 del 22 de abril de 2005, llamada Loi relative aux droits des malades et à la fin de vie (« ley relativa a los derechos de los enfermos y a la terminación de la vida »), el legislador francés decidió involucrarse con firmeza en la promoción y el desarrollo de los cuidados paliativos. Dicha decisión respondía a la creciente necesidad de una medida legislativa que pusiera fin al debate en torno a la eutanasia en Francia 2 .

Nuestro primer objetivo será llevar a cabo un análisis detallado de la ley, poniendo de relieve la forma en la que ésta pretende promover los cuidados paliativos, pero insistiendo también en las lagunas de la misma. Así que adoptaremos, como marco de análisis, el trámite de los cuidados paliativos: luchar contra el dolor y sufrimiento de los pacientes, pero aceptando la muerte como fin natural del hombre, y por ende rechazando el ensañamiento terapéutico.

Además, para que nuestro estudio sea más completo, precisaremos el contexto en el que se discutió y se aprobó la ley en cuestión. Así que veremos en un primer momento como ésta reimpulsó la política de desarrollo de los cuidados paliativos empezada en Francia 20 años antes. Pero sobre todo mostraremos cómo, a través de dicho impulso, la misma ley cumplió con su principal objetivo: responder de manera clara y definitiva, desde una perspectiva realista y humanista, al debate en torno a la eutanasia. Por último, veremos cómo, pensada ante todo para resolver un problema de carácter interno, dicha ley también se inscribió en un proceso más amplio: el de reflexión llevado a cabo estos últimos años por el Consejo de Europa – en su Asamblea parlamentaria – sobre el tema de la eutanasia.

Page 242

I Análisis de la ley

La ley francesa relativa a los derechos de los enfermos y a la terminación de la vida constituye una clara promoción de los cuidados paliativos. Por lo cual adoptaremos, como marco para nuestro análisis, el objetivo de estos últimos: luchar contra el dolor y sufrimiento de los pacientes, pero aceptando la muerte como fin natural del hombre, y por ende rechazando el ensañamiento terapéutico. La elección de dicho trámite como marco de análisis también nos permitirá identificar con más facilidad las lagunas contenidas en la ley 3 .

1. Luchar contra el dolor y sufrimiento

La muerte a menudo es sinónimo de dolor físico y de sufrimiento moral y/o espiritual 4 , los cuales toda política de cuidados paliativos intentará remediar. Pero esto no constituye una tarea fácil. En efecto, responder al dolor y sufrimiento de los pacientes implica el desarrollo paralelo de tres tipos de acciones: el uso de medios médicos eficientes, el acompañamiento moral de los pacientes por parte de sus familias o de benévolos, así como su acompañamiento espiritual. La ley francesa del 22 de abril de 2005 logró avances importantes en cuanto a la lucha médica contra el dolor de los pacientes, pero su impacto relativo al acompañamiento moral y espiritual de estos últimos quedó limitado, si no es que nulo.

Los medios médicos

Los medios médicos que representan la mejor alternativa frente a la solución extrema de la eutanasia, y que por ende constituyen la base médica de los cuidados paliativos, son los llamados tratamientos de terminación de la vida. Estos tratamientos, calificados de “doble efecto”, porque una de sus consecuencias indirectas es adelantar la muerte, son de dos tipos. Primero, se trata del uso de medicinas analgésicas en gran cantidad – entre las cuales se encuentra, sobre todo, la morfina –, lo cual permite eliminar entre el 80 y el 90 por ciento del dolor sufrido por el paciente 5 . El segundo corresponde con la sedación, sueño artificial provocado para atenuar los dolores cuya eliminación es imposible en el estado actual de la ciencia. Esta última solución puede resultar en el deceso del paciente durante su sueño.

El legislador francés constató que, por falta de seguridad jurídica, los médicos temían el uso de tales tratamientos – los cuales podían ser confundidos, porPage 243 falta de información de la opinión pública y de los jueces, con la práctica de la eutanasia, y así condenados como homicidios. Así que decidió, a través de la ley, autorizar implícitamente el uso de estos tratamientos de “doble efecto”, sometiéndolo únicamente a la obligación, por parte del médico, de informar al paciente, a su persona de confianza, a su familia o a uno de sus prójimos de los riesgos que implicaba 6 . El procedimiento entonces seguido debía de ser inscrito en el expediente médico del paciente.

El acompañamiento moral

Como lo hemos mencionado en la breve introducción de esta sección, los enfermos terminales también padecen de un sufrimiento moral causado por el aislamiento hoy característico de las situaciones de terminación de vida. Para luchar contra este aislamiento así como contra el sufrimiento que provoca, parece necesario promover el acompañamiento moral de los pacientes por parte de sus familias o de benévolos.

Para favorecer el acompañamiento familiar, una primera medida consistiría en apoyar, en cuanto sea posible, el mantenimiento de los enfermos en su domicilio – ya promovido por el segundo plan trienal de desarrollo de los cuidados paliativos en Francia (2002-2005). Por otra parte, el artículo L 225-15 del Código del trabajo otorga ya a los trabajadores un permiso de tres meses para permitirles realizar un acompañamiento de este tipo, pero todavía hace falta un decreto de aplicación que defina si dicho permiso puede ser remunerado o no. Por último, ya existen ayudas financieras a las asociaciones de benévolos, pero parecen insuficientes en comparación con las necesidades reales.

Sin embargo, y aunque el reporte de la Misión de Información de la Asamblea Nacional francesa haya evocado las lagunas de la legislación francesa en este asunto, la ley de 2005 no las respondió.

El acompañamiento espiritual

La terminación de vida también es un periodo de gran sufrimiento espiritual, en el cual las dudas se pueden multiplicar, las creencias debilitarse. Así que el acompañamiento espiritual del paciente, sea creyente o no, parece necesario.

Sin embargo, dicho acompañamiento implicaría la posible presencia, cuando el enfermo lo pida, de un ministro de su culto – si es que practique algún culto. Pero con la fuerte secularización del hospital en Francia, la presencia sistemática de religiosos parece difícil de obtener. Así que nos enfrentamos con unaPage 244situación compleja a la cual la ley de 2005 no supo responder, pero que tendrá que encontrar rápidamente una solución (el desarrollo de los cuidados paliativos y del acompañamiento a domicilio siendo hoy en día la más probable).

2. La abstención o suspensión/paro de los tratamientos

Luchar contra el dolor y sufrimiento de los pacientes es el primer objetivo de los cuidados paliativos. El segundo es permitir a esos mismos pacientes terminar sus vidas de manera natural y digna – la dignidad siendo aquí entendida como valor absoluto. Así que se trata de aceptar la muerte como fin natural del hombre, y por ende de rechazar el ensañamiento terapéutico, a través de la posible abstención o suspensión/paro de los tratamientos médicos – una prolongación artificial e inútil de la vida produciendo como único resultado la prolongación del dolor y sufrimiento.

El artículo primero de la ley francesa relativa a los derechos de los enfermos y a la terminación de la vida va en este sentido cuando afirma que los cuidados considerados como “inútiles, desproporcionados o cuyo único efecto es el mantenimiento artificial de la vida”, al constituir una “obstinación no razonable”, pueden ser parados 7 . Este paro responde a la voluntad del paciente o, en caso de incapacidad de éste para expresar su voluntad, corresponde con una decisión médica.

La voluntad del paciente

La renuncia del paciente a iniciar o seguir con tratamientos considerados como inútiles constituye una vía media entre el derecho de libre autodeterminación y el derecho absoluto a la vida: el paciente no rechaza la vida, sino que acepta la muerte como fin natural. Dos disposiciones de la ley francesa de 2005 van en este sentido.

Primero, los artículos tercero y cuarto de dicha ley completan el artículo L 1111-4 del Código de salud pública para llegar a las siguientes formulaciones: cuando la decisión del paciente de parar todos sus tratamientos 8 puede poner en peligro su vida, el médico tiene que informarle de los riesgos y debe de intentar convencerlo de proseguir sus tratamientos; para lograr este último objetivo puede consultar otro médico, y de todas formas el paciente debe de reiterar su deseo 9 .

Segundo, el artículo sexto de la ley permite a un enfermo terminal decidir sobre la limitación o el paro de todos sus tratamientos, voluntad que el médico Page 245debe de respetar después de haber informado su paciente de las consecuencias de su decisión. En todos los casos, la voluntad del paciente de limitar o parar sus tratamientos se inscribe en su expediente médico 10 .

Una decisión médica

En caso de incapacidad por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR