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| Autor | Claudio Poblete |
Para Charlotte Williamson, chef propietaria del bistro que lleva su nombre, la propuesta culinaria de estos lugares exalta la cocina urbana y casera, dos variantes a las que la gente de las grandes ciudades está regresando en los momentos informales.
"Para vivir un bistro es importante tomarse su tiempo y disfrutar de las bondades de una buena copa de vino o una humeante de taza de café, la actitud ante el propio concepto es fundamental en el comensal", asegura.
A partir del acelerado surgimiento de estos conceptos se han generado nuevos problemas, sobre todo en cuanto a premios y asociaciones certificadoras de calidad se refiere.
Por ejemplo, hace unos meses se dio un singular caso protagonizado por el chef francés Alain Senderens, quien en su bistro rechazó una estrella Michelin, máxima distinción de un restaurante en el mundo, bajo el argumento de que el sostenimiento de la misma no le permitía mantener los precios de su menú en unos límites razonables.
Esto se debe a que, aunque la comida y el servicio son extraordinarios, según Michelin, el lugar no cuenta con cierto número de mesas o con un menú formal, y eso a Senderens le representa un gasto imposible de cubrir y la pérdida de sus clientes acostumbrados a la calidad y el precio del lugar.
Otro aspecto fundamental de bistronomie, es que generalmente son familias las encargadas del lugar, desde la cocina hasta la atención de las barras y las mesas.
"Muchas veces estos restaurantes suponen el estreno como chefs de algunos jóvenes cocineros que después de deambular por las cocinas de los maestros, se lanzan a la aventura de montar algo propio.
"Un bistro local es una pequeña joya que los comensales comparten entre si, ya que pocas veces éstos recurren a la publicidad", asegura Williamson.
Gracias a los productos ofrecidos en la mayoría de los bistros, como quesos artesanales, vinos exclusivos o de casa, sopas y potajes calientes, y una serie de carnes adecuadamente condimentadas, los bistros se suman a la oferta gastronómica de los nuevos tiempos, en que la premura del tiempo y la distancia demandan un oasis de tranquilidad sin sacrificar el sabor y el presupuesto.
Los fans de la bistronomie son aquellas personas que buscan servicio personalizado.
"Un bistro te permite, además, conocer al propietario, hablar con él, platicar con el chef y saber realmente qué te estás comiendo.
"Tengo un cliente que se ha sentido tanto como en casa que lleva 12 años asistiendo al bistro, creo que han de...
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