Ética profesional. 23 de agosto de 2017
| Autor | Lidia Monsalvo Álvarez |
| Páginas | 54-55 |
La Barra Septiembre-Noviembre 2017
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ÉTICA PROFESIONAL
Por: Lidia Monsalvo Álvarez
FECHA DE SESIÓN: 23 de agosto de 2017
ORADOR INVITADO: Mtro. Ricardo Lara Marín
CONTENIDO DE LA SESIÓN: “Venta de sentencias:
análisis del artículo publicado en la revista El
Foro en Homenaje a Jesús Ángel Arroyo Moreno,
Número 21”.
SEGUIMIENTO:
Nuestro expositor comenzó la sesión
recordando la gran calidad ética del Lic.
Jesús Ángel Arroyo Moreno.
Como introducción se expuso
que si bien la sociedad se duele
de la corrupción, lo cierto es que
cuando nos encontramos ante
un problema ético, pretendemos
resolverlo con lo que a cada quien
le conviene o preere, ello en razón
del relativismo ético, lo cual nos lleva
a realizar una reexión sobre la ética.
Nuestro locutor rerió que tanto la moral como la ética
son lo mismo, incluso etimológicamente. Así, para
atacar dicho relativismo debemos tomar en cuenta
que el fundamento de la moralidad se encuentra en el
ser mismo, es decir en la naturaleza humana, teniendo
como punto de partida que el ser humano tiene la
capacidad de conocer, desde luego siendo conscientes
de que como seres humanos nos podemos equivocar.
A mayor abundamiento, además de la capacidad que
tenemos de escoger entre un sí o un no, estamos sujetos
a las regularidades de la naturaleza, como por ejemplo;
la ley de gravedad. Sin embargo, el Mtro. Lara armó
que los seres humanos dentro de la dimensión ética,
somos capaces de decidir entre lo bueno y lo malo, sin
perder de vista que “lo bueno es lo que perfecciona
particularmente al ser humano”.
A contrario sensu, lo malo o la decisión
incorrecta será lo que destruye al
ser humano. Al respecto, nuestro
conferencista señaló que para el
tema de nuestra sesión es necesario
admitir que en muchas ocasiones
no es tan evidente la distinción
entre un acto bueno de uno malo,
por lo cual debemos vericar que
el acto que consideremos bueno,
sea integralmente bueno en los
siguientes tres aspectos:
1.- El objeto o materia del acto.- lo que el
agente desea
2.- Las circunstancias del acto.- el momento histórico y,
3.- La intención o no motivo.- el n del agente.
Lo anterior nos permitirá evaluar la conducta ética
tomando en cuenta el principio de doble efecto, lo
cual signica que una conducta puede tener un efecto
positivo y uno negativo, debiendo buscar siempre la
proporcionalidad entre ambos efectos, luego entonces
el n del justiciable al pretender ganar el juicio no es
malo, si no que lo malo es la cooperación intencional
al mal.
Concluyendo nuestro distinguido
Consejero que tal cooperación
al mal respecto de la venta de
sentencias, solo puede justicarse
si lo que está en juego es un
resultado extremadamente grave y
excepcional como lo puede ser la
condena a la pena de muerte de un
cliente inocente, o bien la pérdida
total del patrimonio de un cliente, si
del mismo dependiera la subsistencia
básica de aquél.
Aclarando nuestro locutor que a pesar de que le hubiera
gustado arribar a una distinta conclusión, ésta no sería
apegada a la realidad de nuestra sociedad, enfatizando
que su conclusión no la considera una regla como tal,
pues se debe atender al caso concreto francamente
grave, luchando siempre contra la corrupción de la
conducta del abogado; denunciándola.
Posterior al interesante debate de los asistentes quienes
expusieron sus experiencias personales inherentes al
tema, nuestro Coordinador de la Comisión de Ética
Profesional citó el artículo 3.8 de nuestro Código,
que establece que el abogado debe abstenerse de
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Gonzalo Alarcón Iturbide, Laura Rodríguez Macías, René Gavira Martínez, Ricardo Lara Marín,
Héctor Herrera Ordóñez, Eduardo Méndez Vital y Ligia C. González Lozano.
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