Espíritu explorador

AutorAlberto Bortoni

Fotos: Fidel Lumbreras

Ford presentó una nueva versión de Ecosport a la que llama Storm e intenta posicionarla como una SUV más orientada a la aventura.

Estéticamente sí luce más ruda: principalmente por los elementos en negro que Ford le añadió en la parte baja. Le dan una apariencia más alta de lo que en realidad tiene pero es evidente que se trata de un vehículo de paseo más que un todoterreno serio. Para eso, la marca tiene a su camioneta Bronco.

Ya han pasado muchos años desde que la Ecosport llegó al País. Fue el primer crossover subcompacto y, en su momento, fue un éxito. Hoy el nombre no guarda la misma relación y es fácil olvidarla dentro de la amplia oferta de vehículos en el mercado. Pero esto es un error porque tiene lo necesario para que valga la pena considerarla.

Hay dos motorizaciones disponibles en el Ecosport Storm: una con caja manual de 5 velocidades y un pequeño motor de 1.5 litros y tres cilindros. La versión que probé es la automática, con una caja de 6 velocidades y un motor de cuatro cilindros y 2 litros de desplazamiento. Genera 164 caballos de fuerza y 146 lb-pie de torque; cifras bastante respetables para un motor de aspiración natural, de su tamaño, y más considerando las alternativas del segmento.

En la calle se siente una buena respuesta del motor y si no se tienen miramientos para dejarlo revolucionar se puede andar a muy buen paso. Claro, con un sacrificio en rendimiento de combustible que en manejo civilizado resulta apropiado sin ser extraordinario.

Sigue teniendo una altura considerable respecto al piso y, si se le exige en curvas, esto se vuelve evidente. Además es corta en la distancia entre ejes así que pude ser un poco nerviosa si se es negligente al volante. No necesariamente es el vehículo para quien guste de velocidades tremendamente altas. Pero es más que apropiado para salir a carretera a velocidades legales.

Quizá el atributo más importante de la Ecosport es que la suspensión resultará cómoda incluso en calles maltratadas, y eso es un atributo que se aprecia mucho en México.

El equipamiento es bueno pero se omiten los accesorios automáticos, y es que realmente salvo la transmisión y los cristales, no hay nada automático. No hay: aire acondicionado automático, control de velocidad de crucero, ni llave inteligente o luces automáticas.

En...

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