Espiral de Violencia

AutorRevista Trilogía

¿Quién no ha sido víctima de un robo a su vehículo? ¿De un acto de corrupción? Aún sin saberlo podemos ser parte de la actividad criminal del país. Las estadísticas no se pueden precisar con claridad pero se ha llegado a señalar que el dinero proveniente de la delincuencia organizada estaría relacionado con cerca del 70% de las actividades comerciales del país. No estamos hablando únicamente de narcotráfico, debemos entender la dimensión de las cantidades de actividades criminales que se desarrollan, en la gran mayoría de los casos, impunemente en el país. Contrabando, extorsiones, tráfico de personas, robo, fraudes, uso indebido de recursos públicos. Particulares, empresas privadas, gobiernos, son víctimas comunes de los diversos grupos delictivos que operan en el país.

La posición geográfica del país situado al sur del mayor mercado del mundo, drogas incluido, no ha sido del todo aprovechado por el país. No así para los narcotraficantes, que han visto inflar sus ingresos con la venta de drogas al mercado que, con tan sólo el 5% de la población mundial, consume el 50% de los narcóticos del mundo. La capacidad económicos, armamentística, logística y de corrupción no ha sido bien ponderada por el gobierno federal, quien en una “guerra”, que dicho sea de paso decir no figuraba como una promesa de campaña, ha visto debilitadas las ya de por sí débiles estructuras del país.

Día con día se rompen records históricos de más muertes relacionadas con la delincuencia organizada. La crueldad con la que se ejecutan estos actos, no pueden ser contempladas ni en los pensamientos más dantescos posibles. Cuerpos apilados, cabezas cercenadas, policías ejecutados sin poder si quiere defenderse, ya son parte del imaginario colectivo que día con día se van forjando nuestras nuevas...

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