España: tres reformas, magros resultados

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- Desde 1998 el mercado de las telecomunicaciones en España sufrió una transformación que se tradujo en un avance tecnológico con nuevos servicios a disposición del usuario -en telefonía celular y en banda ancha- y tarifas reducidas.

Las tres reformas legislativas aprobadas desde entonces para adecuar ese mercado privilegiaron la liberalización del sector -es decir la actuación política para acabar con el monopolio de Telefónica, entidad semipública controlada por el Estado- y permitieron la llegada de nuevos competidores, eliminando las barreras legales para su operación.

Con todo y esas mejoras locales España sigue estando en el "vagón de cola de la Unión Europea" pues sus servicios son caros y de baja calidad respecto de otros países europeos. Es la segunda nación más cara -después de Chipre- para conectarse a la banda ancha, según la Comisión Europea. Un español paga 114% más que un inglés o 94% más que un alemán. Y es el cuarto país más caro en telefonía celular en Europa.

Joan Calzada, profesor de Economía de la Universidad de Barcelona, explica a Proceso: "España tiene los precios más altos en telefonía móvil y banda ancha de la Unión Europea y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Creo que se pudieron hacer mejor las cosas. La pregunta sería: ¿Tendríamos los mismos precios y los mismos servicios si el mercado fuera de monopolios nacionales? Seguramente no. Sin la competencia no se hubiesen desarrollado de forma tan rápida internet ni la telefonía móvil".

El especialista dice que el salto en la legislación y el avance en dicho sector en este país se basan en el marco regulador que ha ido fijando la Unión Europea (UE) -de la cual España es integrante- y por la necesidad de aumentar la eficiencia del mercado al estar dentro de la zona euro.

El incentivo para que funcione bien este mercado, añade, "es que las normas son impuestas de fuera, y como no tenemos una política monetaria propia, tenemos que jugar con eficiencia".

Otra ventaja es que las telecomunicaciones están regidas por autoridades de la competencia nacionales y las propias de la Unión Europea, con lo cual si en la autoridad nacional se llega a tomar una decisión errónea de fusiones o concentraciones de actores, la UE puede rectificar. "Estamos muy supervisados", puntualiza.

Los orígenes

En 1993 la Comisión Europea estableció que para 1998 sus países miembros debían liberalizar todo el mercado de la telefonía fija. España primero bloqueó...

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