Escalera al cielo / ¿Resolución o simulación?

AutorSergio González Rodríguez

Un territorio de edificios, cantinas y bares en decadencia. Los policías pertenecían a la reciente Fiscalía Especial para la Investigación de Homicidios de Mujeres (FEIHM). El jefe del grupo era un comandante que se hizo famoso en aquella frontera por su vulneración a las normas policiales y los derechos humanos.

En el cuarto 121, hallaron el cuerpo de una holandesa de 28 años, Hester van Nierop. El informe forense identificó la causa de muerte: asfixia por estrangulamiento. Nada trascendió sobre otras pruebas periciales, por ejemplo, muestras de ADN del victimario. Una empleada del hotel dijo que un individuo había llegado con la víctima, y ayudó a elaborar el retrato hablado: "un hombre de cerca de 35 años de edad y tipo atlético, tez blanca, cabello castaño ondulado, largo, ojos rasgados, nariz recta, un metro con setenta y seis centímetros de estatura. Tenía una cicatriz en la mejilla derecha y huellas de acné en el rostro". Se registró bajo el nombre de "Roberto Flores". La policía buscó en sus archivos y afirmó encontrar algún parecido entre el retrato hablado y un tal Roberto Flores Reyes, de 28 años, asaltante habitual, al que se declaró indiciado en fuga.

Quince años después, me entero que las autoridades acaban de presentar a un sujeto llamado Ramiro Adame López, de 51 años de edad, indocumentado reincidente en EU, a quien inculpan ser el Roberto Flores Reyes que asesinó a Hester. La noticia se ha dado en medio de una operación mediática que poco aporta en cuanto elementos probatorios de las aseveraciones. De entrada, los rasgos de Adame López son contradictorios con las características del retrato hablado y otros datos. Por ejemplo, el Flores Reyes del retrato hablado tendría ahora 43 años.

Más allá de las semejanzas entre el retrato hablado y el detenido, falta probar en un juicio que Adame López cometió el crimen, algo muy infrecuente en Chihuahua, donde basta que el ministerio público inculpe a una persona para que los jueces la declaren culpable: allá una detención equivale a una condena de antemano.

Para la familia de la víctima, la detención parece un consuelo, después de tanto tiempo de exigir justicia. Como en muchos procesos judiciales de asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, persiste la duda razonable sobre la veracidad y eficacia de las autoridades de Chihuahua. Es preciso recordar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó en 2009 al Estado y el Gobierno mexicanos por diversas...

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