'Si algo es Dios, es artista'

AutorAri Alexis Nava

La revolución que viene con cada nueva generación es inevitable, y quien fue en su momento heterodoxo e innovador termina -salvo contadas excepciones- teniendo que tomar asiento para verse rebasado y tener por único consuelo recrearse en logros pasados o, si se es lo suficientemente perseverante, hacer más de lo mismo con diferentes nombres.

En su momento, Manuel Muñoz, un joven de un pequeño pueblo de Cádiz, llamado Sanlúcar de Barrameda, haciendo eco de los esfuerzos de otro muchacho de Algeciras, llamado Francisco Sánchez, desafiaba también las rígidas normas que habían mantenido a la guitarra flamenca subordinada a un papel secundario de acompañante oscuro del cante.

Estos jóvenes, conocidos por la gente como Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, tuvieron la osadía de verter cantidades nunca antes vistas de armonía en el potaje flamenco, enriqueciendo y cambiando definitivamente una de las expresiones artísticas de mayor personalidad en la música.

Es su contribución a la renovación de la guitarra flamenca el papel más importante de Manolo Sanlúcar dentro de la historia del flamenco, a través de obras como Tauromagia, Fantasía para Guitarra y Orquesta o Aljibe, por mencionar sólo algunas.

Sanlúcar visitó el fin de semana pasado la ciudad, brindó un recital y ofreció un taller de guitarra flamenca, ambos en el Centro Nacional de las Artes. Aquí un resumen de la conversación:

"A nosotros no nos dijeron cómo éramos. Nos dieron el pan hecho, pero no nos dijeron cómo se hace el pan. Cuando aparecieron la televisión y los discos comenzamos a escuchar otra música, tanto folclórica como clásica y el hecho de escuchar música de otras culturas abre la mente y permite caminar con más posibilidades, hasta llegar a encontrar cada uno su estilo. En mi generación fuimos (Paco de Lucía y él) los que nos enfrentamos a ese mundo. Descubrimos que en el flamenco hay imaginación, gracia y mucha capacidad rítmica, sobre todo en el cante, pero vimos que la guitarra, comparada con otras manifestaciones musicales acusaba una gran pobreza armónica. Fue ahí donde hicimos mayor hincapié, tratando de enriquecer armónicamente a la guitarra.

"La armonía ha sido siempre lo que ha hecho evolucionar a la música, y en el caso de la guitarra flamenca ocurre lo mismo. Antes, el cante era el protagonista, el que creaba, y el guitarrista se limitaba a acompañar al cantaor y darle un fondo musical. Ahora los cantaores han dejado de componer porque el estilo en el que se mueven es...

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