Entrevista / Luis Felipe Bravo Mena / 'Encubrir no es la solución'
| Autor | Miguel de la Vega |
Fotos: Jorge Delgado
Hace 15 años, Luis Felipe Bravo Mena festejaba la llegada del PAN a la Presidencia de la República, desde la dirigencia del partido. Hoy, su misión es combatir la cultura de la corrupción que se adueñó del blanquiazul tras 12 años en el poder y el acceso a los grandes presupuestos. No le gusta que lo llamen "zar anticorrupción", pues lo considera monárquico y no republicano. Y tiene en Virgilio Andrade el referente de lo que no quiere ser.
Hace 15 años, Luis Felipe Bravo Mena festejaba la llegada del PAN a la Presidencia de la República, desde la dirigencia del partido. Hoy, su misión es combatir la cultura de la corrupción que se adueñó del blanquiazul tras 12 años en el poder y el acceso a los grandes presupuestos. No le gusta que lo llamen "zar anticorrupción", pues lo considera monárquico y no republicano. Y tiene en Virgilio Andrade el referente de lo que no quiere ser.
Todos los partidos dicen que combaten la corrupción...
Sí, pero el PAN es el primero que da el paso para encarar un problema serio, no negarlo y comenzar a establecer una política interna de cero tolerancia.
¿Usted reconoce que en el PAN hay corruptos?
Sí, por supuesto.
Dígame uno.
Comenzaría mal si voy personalizando, pero de que los hay, los hay.
El que generaliza, absuelve...
Hubo un caso muy frustrante: el ex gobernador de Aguascalientes Luis Armando Reynoso. Lo expulsamos, recurrió la resolución y el tribunal nos lo regresó. Es un militante de tribunal.
¿Por qué no quiere dar nombres?
No es por encubrir nada, simplemente porque me parece que no sería un buen principio comenzar por personalizar. Reconocemos que tenemos un problema y por eso creamos este órgano dentro de la arquitectura institucional del partido.
Déjeme ser yo quien ponga los nombres sobre la mesa: Luis Alberto Villarreal.
Un caso que ha estado mencionado y que, por supuesto, en su momento lo debemos analizar. No quiero prejuzgar nada, tenemos que ser prudentes en ese sentido porque tenemos que partir del principio de la presunción de inocencia. Nuestro deber será comprobar las cosas que nos inquietan y que lastiman a la opinión pública.
Guillermo Padrés... Cada vez hay más pruebas.
Sin prejuzgar y sin solapar, hemos tomado la decisión de mandarlo llamar para oír su versión de las cosas. A partir de lo que escuchemos y de lo que la propia autoridad vaya fijando, iremos actuando.
¿Convocarán también, por ejemplo, a César Nava?
Cuando el presidente Ricardo Anaya me preguntó si...
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