Entrevista / Joaquín Zetina / 'Realmente, lo que hice fue poco'

AutorMiguel de la Vega

FOTO: JORGE DELGADO

Joaquín Zetina, almirante de la Marina Armada de México Joaquín Zetina Ángulo fue un niño que creció rodeado de mar.

Nació en la isla de Cozumel en 1951, su abuelo fue marino mercante y su tío era miembro de la Armada de México. No es de extrañar, entonces, que él mismo escogiera la carrera naval.

Hoy, a los 62 años, ha hecho historia: el pasado 16 de septiembre se convirtió en el primer marino que comanda el desfile de la Independencia de México. Fue él quien coordinó la parada militar y, al final, rindió el parte correspondiente ante el presidente de la República.

Una estrella de plata que lleva colgada al pecho, entre muchas otras condecoraciones, lo acredita como el mando marino que más tiempo ha pasado a bordo de un navío.

Su hablar, como corresponde a quien sabe que lleva el timón, es pausado y sin estridencias. Se permite una sonrisa muy de vez en cuando. De voz grave, voz de mando seguramente, deja que las palabras naveguen a su ritmo mientras relata la travesía de aquel niño cozumeleño que hoy ostenta el grado de almirante y despacha como Jefe del Estado Mayor General de la Secretaría de Marina.

¿Cuál fue el toque que usted le dio al desfile de la Independencia?

Ningún toque personal. Todo se hizo de manera conjunta con el Ejército y la Fuerza Aérea. Lo que sí hice fue diseñar y pasar a aprobación el estandarte que llevó el comandante de la columna.

¿El hecho de que por primera vez un marino encabezara el desfile significa un cambio para las próximas ediciones? ¿O van a tener que esperar otros 100 años?

Jajaja. No, desde la actual administración existe una nueva coordinación entre los altos mandos. El año pasado, por cierto, el discurso del 20 de noviembre, también le tocó a un marino. Este año le tocará el turno al Ejército.

¿Quién le notificó que usted sería el comandante?

El secretario de Marina me lo comunicó.

¿Por qué usted?

Esa pregunta no se la he hecho a nadie. Pero lo que le puedo decir es que es un gran honor.

¿Qué se siente?

En ese momento le cae a uno el peso de toda la responsabilidad que implica ser el comandante de columna del desfile, en el que participan las Fuerzas Armadas, la Policía Federal y también los charros.

Bueno, pero responsabilidades siempre ha tenido.

Sí, pero en este caso se trata de un gran honor.

Y ya en la Plaza de la Constitución, ¿qué pensaba?, ¿qué sentía?

Sinceramente, me dio mucho gusto, pero no es que se sienta algo distinto, es una responsabilidad que uno tiene que...

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