Educación: hacia una visión integral de los Derechos Humanos (Segunda parte)
Autor | Luis Antonio Hernández Sandoval |
Páginas | 43-44 |
Centro de Estudios 43
En nuestro artículo anterior habla-
mos de las ventajas, las difi cultades
y las alternativas que ofrece la edu-
cación, en esta ocasión nuestros ar-
gumentos se esgrimirán tomando
como punto de referencia cálidas
refl exiones de Jiddu Krishnamur-
ti sobre la educación: ¿cuál es el
propósito de la educación?, ¿por
qué vamos a la escuela?, ¿por qué
aprendemos múltiples materias?,
¿por qué aprobamos exámenes y
competimos los unos con los otros
por lograr mejores califi caciones?,
¿qué signifi ca la llamada educación
y qué es lo que implica?, ¿porqué
pasamos por el esfuerzo de recibir
educación?, ¿qué parte jugará en
nuestra vida?, es necesario obte-
ner un trabajo y ganarse la propia
subsistencia, pero ¿eso es todo?, ¿se
nos educa sólo para eso?
El cuestionarse todo es un impul-
so que tempranamente el ser hu-
mano posee, y desde niño, es el
principal medio que utiliza para
tratar de entender la forma en que
se desenvuelve la sociedad y lo que
acontece en su entorno; si somos
sensatos descubriremos que noso-
tros hemos reformulado infi nidad
de veces éstas y otras interrogan-
tes, y por lo regular este proceso
de refl exión nos enfrentará con no-
sotros mismos: si las respuestas no
colman nuestras inquietudes pero
su infl exión permite que nos pon-
gamos de acuerdo con los demás, el
proceso nos acerca a un adoctrina-
miento ideal tendente a una retroa-
limentación continua, no obstante,
si evitamos debatir o profundizar y
antes de seguir cuestionando pre-
ferimos el silencio y la indiferencia
bloqueamos la inteligente com-
prensión de la vida.
Puede ser una sentencia rigurosa
pero cierta: la educación conven-
cional hace extremadamente difícil
el pensar independiente. En nuestro
país y en el mundo el sistema educa-
tivo está estructurado de un modo
jerárquico y secuencial anidado en
méritos, ambiciones y recompen-
sas. Cuando la educación incita a
amoldarse a un patrón determina-
do imposibilita el despertar de la in-
teligencia integrada de la persona e
impide que se comprenda a sí mis-
ma como un proceso total.
La educación no puede ni debe
resumirse en un acto rutinario de
adiestrar el pensamiento, porque si
bien el adiestramiento contribuye
a la efi cacia no genera integración.
EDUCACIÓN : H ACIA UN A VISIÓN INTEGRAL DE LOS
DERECHOS H UMANO S (SEGUNDA PA RTE)
Luis Antonio Hernández Sandoval
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