Ecos de viaje / Llévelo, llévelo
| Autor | Adalberto RÃos |
Desde épocas inmemoriales, los mercados han sido centros sociales que atraen a los viajeros. Recorrerlos permite conocer productos, prácticas y personajes que mucho dicen de una comunidad.
El mercado de Trajano
Una de las grandes emociones al visitar Roma se obtiene al entrar en contacto con los vestigios de la capital del gran imperio, que en mucho definió el rumbo de la civilización occidental.
Desde luego, obligada es una visita el Coliseo Romano así como a los templos, columnas y escalinatas del Foro romano que permiten visualizar la grandeza de la ciudad.
Tras conocer el Coliseo, que fue considerado por los antiguos como una de las Siete Maravillas del Mundo, y contemplar la solemne quietud del Foro vale la pena cruzar la calle para encontrarse con otra perla: el mercado de Trajano.
Se trata de una espectacular construcción semicircular levantada entre el año 100 y 110 d.C., conforme a las obras de corte del Monte Quirinal. El lugar tuvo más de 150 tiendas repartidas en seis niveles y terrazas donde se expedían las delicias del aceite, así como frutas, verduras, carnes y pescados del Mediterráneo.
Esta magna obra pública fue un centro de reunión social que conjuntó la fuerza económica con la genialidad arquitectónica de los antiguos romanos.
Una pieza victoriana
Los habitantes de Sydney, en Australia conocen como QVB (Queen Victoria Building) a un espléndido mercado que fue levantado en 1898. Este posee una gran cúpula de cobre y un tejado de cristal que da origen a su espléndida luminosidad.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, el mercado se cerró y en los años 50 estu- vo a punto de ser demolido.
Afortunadamente se salvó y fue iniciada una restauración que culminó en 1986.
En esta remodelación se incluyó un magnífico reloj que está suspendido del techo y es conocido como el Royal Clock.
El Mercado Victoria es un atractivo de Sydney. Además de admirar su majestuosidad, se pueden visitar algunas de sus 190 selectas firmas comerciales.
Joyas medievales
Hace algún tiempo, mi amigo Andrés Paniagua, mexicano que reside en Alcalá de Henares, España, me contó sobre la feria medieval que cada año se celebra en la ciudad.
Siempre me ha interesado el medievo, así que no dejé pasar la oportunidad de presenciar una recreación hecha con seriedad y en la que pude observar atavíos, personajes y costumbres de esta amplia época de la historia. En este mercado medieval, también...
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