Ecos de viaje / Tantas razones para visitarla

AutorAdalberto Ríos

Puebla ofrece motivos y buenas noticias para recorrerla una y otra vez. He ido en dos ocasiones, en menos de un mes, para darme tiempo y poder disfrutar de lo que hoy ofrece esta admirable ciudad.

LA DIMENSIÓN DEL BARROCO

Hace años solicité en las oficinas de ICOMOS, en París, orientación para conocer espacios de vanguardia museística en el mundo; me recomendaron viajar a México. Estaba fresca la impronta dejada por Ramírez Vázquez, Bonfil, Larrauri, Goeritz, Felguérez y Chávez Morado, que nos enorgullecía mostrar la valía, dignidad y vigor de México. He vuelto a experimentar tal sentimiento al visitar el Museo Internacional del Barroco, en Puebla.

Más allá de dimes y diretes que enturbian y ahogan nuestros días, encontré un museo que devuelve el aliento, al abordar con amplia visión y ubicado en nuestro tiempo, un fenómeno fundamental para Puebla y México: el barroco, ese momento al que, con sorprendente velocidad, se incorporó el talento indígena obsequiando al mundo los templos de Tonantzintla y Acatepec. Sólo por señalar dos joyas del barroco poblano.

El diseño del museo es del arquitecto japonés Toyoo Ito, Premio Pritzker de Arquitectura 2013, hecho que constata la interacción con el mundo y que se suma al trabajo de mexicanos utilizando recursos museológicos de punta.

Si el barroco fue un movimiento internacional, este museo también lo es.

CONSTANCIA MEXICANA

Agradable sorpresa es saber que el menú de las buenas nuevas en Puebla no se agota rápidamente. Resulta que los poblanos han recuperado una joya de la arquitectura industrial de bellísimo nombre, la antigua fábrica textil La Constancia Mexicana, donde se han urdido tres museos preciosos, uno gracias a la Casa de la Música de Viena y dos como obsequios para los niños: el Museo Infantil y la Casa del Títere.

Me dio gran alegría saber que La Casa de la Música de Viena, que tan gratos recuerdos me dejó, dada la amable invitación de la Embajada Austriaca, ahora la pueden conocer los mexicanos en su tierra.

Se mantiene el discurso vienés pero con algunas diferencias, por ejemplo, uno de los principales atractivos es el convertirse en director de la Filarmónica de Viena gracias a los recursos virtuales.

En Viena, hay un espacio para dirigir el Danubio Azul y la Marcha Radetzky, aquí hay tres espacios y seis partituras disponibles; para mí es un logrado recurso lúdico. También hay un espacio dedicado a Juventino Rosas, que habría que obsequiar a Viena para que no nos vuelvan a decir en...

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