Dos grandes damas para una reina

AutorEdgardo Reséndiz

Las dos forman parte de la realeza del cine mundial.

Dos damas británicas que reinan dentro y fuera de la pantalla. Altas y señoriales, ellas han encarnado a algunas de las grandes soberanas de la historia.

Ahora, Vanessa Redgrave y Joely Richardson, madre e hija en la vida real, comparten el mismo papel, la legendaria Isabel I de Inglaterra, en la cinta Anónimo, de Roland Emmerich.

"Fue maravilloso compartir la experiencia de la filmación, la transformación física del personaje, vivirla juntas", dice Vanessa, quien a finales de enero del próximo año cumplirá 75 años. "Además, hacer la promoción nos ha permitido viajar en familia".

Joely, segunda hija de su matrimonio con el director Tony Richardson, la mira fascinada.

"Nunca estamos juntas en pantalla, pero compartimos los recesos de filmación, las sesiones de maquillaje y eso no es algo que nos ocurra frecuentemente. Además, la enorme ventaja fue que cuando tenía un mal día o una jornada muy pesada podía ir a acurrucarme con ella y decirle: 'Mamá, me siento triste' o viceversa", relata Joely, de 47 años.

"Y eso es muy bello", añade Vanessa, mientras acaricia el cabello rubio de su hija, con un aire de cariño y admiración.

A la hora de actuar, cada una tiene su manera particular de investigar y de dar vida a su personaje, aunque sea el mismo.

"Platicamos algunas cosas sobre las emociones, las motivaciones de Isabel I", dice Joely.

"Discutimos mucho la historia. Me era muy familiar porque yo venía de hacer a Catherine Parr en The Tudors y crecí viendo a mi madre hacer a María Estuardo, némesis de Isabel I, en el cine".

"Ver a mi hija en personaje me ayudó mucho a entender mejor la parte que me tocaba representar", explica Vanessa. "Era una especie de conexión constante con los tiempos pasados y los sucesos que forjaron su carácter. Eso fue un valor extra para mí, además de que fue algo más hermoso, más divertido, más disfrutable".

Joely no oculta la admiración que siente por su madre y pondera el hecho de que la actriz hizo este mismo año Anónimo y Coriolanus, de William Shakespeare en la versión fílmica de Ralph Fiennes; prestó su voz para Cars 2 e hizo temporada en Broadway en el papel protagónico de Driving Miss Daisy.

"Son papeles casi opuestos. Y mi madre tiene una profundidad, una extraordinaria cualidad para darles a todos sus papeles un carácter especial, importante. Y basta ver su presencia en pantalla", expresa.

"He sido muy afortunada", interviene Vanessa.

En realidad, las dos...

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