Documentos oficiales advirtieron el peligro. Nadie hizo caso... y el Chiquihuite se desgajó

AutorMaría Teresa Montaño

TLALNEPANTLA, EDOMÉX.- El Atlas Municipal de Riesgos 2018-2021 de esta localidad ya advertía de "asentamientos bajo bloques potencialmente inestables" en dos secciones de la colonia Lázaro Cárdenas, donde se desgajó el Chiquihuite; incluso alertaba que mil personas estaban en riesgo... Nadie hizo nada. En su edición de abril de 2019 el documento registra el peligro en la zona y da cuenta también de por lo menos tres incidentes y alertas de riesgo en el mismo polígono entre 2015 y 2016. A su vez, el Plan de Desarrollo Urbano del Municipio advierte que medidas como algunos "muros de contención", que nunca se construyeron, menciona también la existencia de fallas y fracturas en una zona plagada de riesgos para cualquier persona.

Los dos documentos marcan con claridad que la franja de aproximadamente 2 mil 300 metros que comprende la empinada ladera es una zona de "alto riesgo". Pese a esos avisos, los asentamientos irregulares continuaron proliferando hasta saturar el entorno; se consolidaron colonias densamente pobladas.

Hoy, tras la avalancha de rocas que aplastó al menos cuatro viviendas y colapsó otra decena de ellas el viernes 10, lo que provocó la muerte de dos personas, lesiones en una más y la desaparición de otras dos, la incertidumbre prevalece entre las familias de 141 inmuebles. Las autoridades les piden desalojarlos de inmediato como medida preventiva, ante el riesgo de nuevos deslaves.

¿Pero de qué manera se llegó al caos?

Arturo Chavarría Sánchez, presidente del Colegio de Arquitectos Urbanistas del Estado de México, asegura que las respuestas no son sencillas. Los orígenes del siniestro pasan por la necesidad de la gente, dice, pero sobre todo por los traficantes de tierra, fraccionadores clandestinos, inmobiliarias voraces y políticos corruptos que han convertido los cerros que rodean la zona metropolitana del Valle de México -donde se concentra 70% de la población mexiquen-se- en auténticas "bombas de tiempo".

En la actualidad, asegura, al menos cinco municipios de la región tienen apretados asentamientos sobre laderas, zonas minadas, áreas cavernosas, zonas de vías y pasos federal. Son Naucalpan, Ecatepec, Atizapán, Cuautitlán Izcalli y Tlalnepantla, donde son previsibles las tragedias si no se atiende la problemática urbana.

Tan sólo en el punto donde se desgajó el cerro del Chiquihuite, precipitando enormes rocas desde una altura de unos 300 metros, sobre los techos de docenas de casas sobrepuestas, viven alrededor de 3...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR