El docente de derecho frente a la educación jurídica del siglo xxi: retos, oportunidades y perfil ideal Yoab Osiris Ramírez Prado

AutorAna Karla García Jarillo
CargoDoctor en Estudios Jurídicos; Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México. Líder del Cuerpo Académico con registro interno 'Estudios sobre Oratoria, Discurso Jurídico y Educación'. Licenciada en Derecho, Becaria del Cuerpo Académico 'Estudios sobre Oratoria, Discurso Jurídico y Educación'.
Páginas121-156
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Dignitas 40 • ISSN: 2007-4379 • eISSN: 2594-2972
El docente de derecho frente a la educación jurídica del siglo :
retos, oportunidades y perfil ideal
The Law Teacher in the 21st Century Legal Education: Challenges, Op-
portunities and an Ideal Profile
Yoab Osiris Ramírez Prado*
Ana Karla García Jarillo **
Resumen
Nos encontramos viviendo en el siglo XXI, una era en que la globalización, los
avances tecnológicos, las nuevas corrientes de pensamiento y los movimientos
sociales mantienen al mundo en cambio constante. En este tenor, el derecho,
como ciencia social, debe adaptarse a los cambios incesantes, modificando la
forma en que se practica en el ejercicio profesional y, por supuesto, permutando
también la manera en que se enseña en las aulas universitarias; para que esto
ocurra, primero debe existir una transformación en los métodos de enseñanza
de las y los docentes, al igual que en su perfil. La relevancia de lo mencionado
anteriormente es máxima, ya que la educación superior, como derecho huma-
no, es la clave para el desarrollo integral de nuestra nación y, sin lugar a dudas,
de los futuros juristas que en este momento se están formando en las aulas uni-
versitarias. En el presente artículo analizaremos cuáles son los retos y oportuni-
dades del docente de derecho en el siglo XXI; además, haremos una propuesta
del perfil deseable que este debiera tener para desenvolverse en clase.
Palabras clave: Derecho, docente, siglo XXI, educación, aula.
* Doctor en Estudios Jurídicos; Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de
Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México. Líder del Cuerpo
Académico con registro interno “Estudios sobre Oratoria, Discurso Jurídico y
Educación”.
** Licenciada en Derecho, Becaria del Cuerpo Académico “Estudios sobre
Oratoria, Discurso Jurídico y Educación”.
122 El docente de derecho frente a la educación jurídica del siglo XXI
Abstract
We find ourselves living in the 21st century, an era in which globalization, techno-
logical advances, new currents of thought and social movements keep the world in
constant flux. In this vein, Law, as a social science, must adapt to these incessant
changes, modifying the way it is practiced in professional practice and, of course,
also modifying the way it is taught in university classrooms. For this to happen, there
must first be a change in the teaching methods of the teachers, as well as in their
profile. The relevance of the aforementioned is maximum since higher education, as
a human right, is the key to the integral development of our nation and, without a
doubt, of the future jurists who are currently being trained in university classrooms.
In this article we will analyze what are the challenges and opportunities of the law
teacher in the 21st century, we will also make a proposal of the desirable profile that
he should have to function in class.
Keywords: Law, Teacher,  Century, Education, Classroom.
Introducción
La época en la que nos encontramos viviendo es una de las más con-
vulsas y complejas de la historia humana. Los extraordinarios avan-
ces tecnológicos de los últimos 50 años; la globalización; la pobreza;
los conflictos políticos, económicos y medioambientales a nivel na-
cional e internacional; la degeneración social, y las nuevas corrientes
de pensamiento son condiciones que nos obligan a plantearnos una
necesaria reflexión sobre el futuro y la manera en que lo enfrenta-
remos nosotros y las generaciones que se encuentran en formación.
En ese sentido, la educación es una herramienta crucial para de-
terminar la adaptación de los seres humanos a un mundo que muta
de manera constante. Y es que, a través de la historia, el papel de la
educación ha determinado la extinción o la permanencia de diversas
culturas y civilizaciones; éste es el elemento por medio del cual el
ser humano puede superar las circunstancias adversas de su tiempo.
La educación está contemplada como un derecho humano; así
lo establece el artículo 26 de la Declaración Universal de los Dere-
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chos Humanos), donde, por primera vez en la historia, es reconocida
de esta manera en un instrumento de talla internacional.
Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gra-
tuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fun-
damental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción
técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios
superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos
(Organización de las Naciones Unidas [], 1948).
Como se ha mencionado, la educación es para todos, sin distin-
ción alguna. Y garantizar este derecho permite a su vez el desarrollo
de la sociedad. En México la educación es obligatoria hasta el nivel
medio superior, tal como lo establece el artículo 3° de nuestra Car-
ta Magna; sin embargo, si la educación es un derecho humano, ¿no
debiera abarcar todos los niveles? La respuesta a esta interrogante
la hallamos en la Declaración de la Conferencia Regional de Educa-
ción Superior de América Latina y el Caribe ), en su artículo 1°, donde
menciona a la letra que “la Educación Superior es un bien público so-
cial, un derecho humano y universal y un deber del Estado” (Instituto
Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América
Latina y el Caribe, 2008).
El acceso a la educación universitaria es un derecho humano;
por lo tanto, debe ser reconocido como tal y, sobre todo, garantiza-
do a cabalidad. Este derecho trae múltiples beneficios a la sociedad,
no solo en lo individual, sino también en lo colectivo. Los jóvenes
estudiantes se benefician al adquirir capacidades útiles en el ámbito
laboral y personal; la nación se fortalece al contar con ciudadanos
preparados en diversas ramas, lo que permite su desarrollo integral,
lo que también tiende a beneficiar a la comunidad internacional, ya
que aumenta la posibilidad de crear lazos de cooperación en diversos
ámbitos —ya sean científicos, políticos, comerciales, etc—.

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