La doble cara de México

AutorMathieu Tourliere

El gobierno mexicano aplica en casa lo que repudia en Estados Unidos: de enero de 2013 a la fecha deportó diariamente a un promedio de 21 indocumentados menores de 12 años, amontonó a decenas de personas en celdas de centros de detención -a veces insalubres, sin luz ni agua- e incurrió en malos tratos, incluidos actos de tortura física y psicológica.

En violación de sus compromisos internacionales y de la propia Ley de Migración, las autoridades mexicanas detienen y deportan de manera casi sistemática a los migrantes adultos y niños originarios del triángulo norte de Centroamérica -quienes tienen como destino final Estados Unidos-, sin que importe el llamado "interés superior de la niñez" ni el principio de no devolución.

Según los datos oficiales, entre enero de 2013 y abril de 2018 los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) detuvieron a 138 mil 362 migrantes centroamericanos menores de edad -55 mil de ellos tenían menos de 12 años-, de los cuales la institución deportó a nueve de cada diez.

Estos niños, a su vez, formaron parte de los 625 mil migrantes centroamericanos que las autoridades mexicanas retornaron a sus países de origen durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, a un ritmo promedio de 321 por día.

En las llamadas "estaciones migratorias", que son en realidad centros de detención de tipo carcelario, organismos nacionales e internacionales documentaron maltratos, humillaciones y castigos perpetrados por agentes que no tienen conocimientos en derechos humanos, y mostraron cómo las autoridades disuaden a los detenidos para que no tramiten solicitudes que les permitan obtener la condición de refugiados.

La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados recibió apenas 30 mil 249 solicitudes de refugio entre 2013 y 2017, de las que otorgó 6 mil 819.

Esa realidad contrasta con el papel protagónico que asumió el gobierno de Enrique Peña Nieto en las últimas dos semanas para denunciar la política de separación de niños y padres migrantes y refugiados que aplicó el gobierno de Do-nald Trump.

Después de la difusión de imágenes impactantes donde aparecen niños encerrados en jaulas, llorando y pidiendo ver a sus padres, el canciller Luis Videgaray tachó la política antiinmigrante del magnate como "cruel e inhumana" -aunque aminoró su impacto en el país, al aseverar que involucraba "sólo" a 21 menores mexicanos- y urgió a organismos internacionales a tomar cartas en el asunto.

El 28 de junio se reunió con António Guterres, secretario general de la ONU, al que solicitó la intervención del Alto Comisionado, de los Comités y de los Procedimientos Especiales de Naciones Unidas en materia de derechos humanos. En esta ocasión aseveró que "los migrantes y refugiados deben ser tratados con dignidad y respeto de sus derechos humanos...

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