Disfrazan salas de masaje y ofrecen servicio sexual

AutorNora Garza y José Villasáez

Monterrey / Nuevo León

Libremente, violando reglamentos municipales y a la vista de las autoridades, las salas de masaje utilizan su giro como "disfraz" para vender un producto que les deja una mayor ganancia: el sexo.

Tan sólo en Monterrey, existen aproximadamente 50 salas de masaje que ofrecen prostitución, ubicadas principalmente en el primer cuadro de la ciudad, y que anuncian sus servicios en los medios de comunicación a través de siglas como SC o SO.

Envueltos en la ilegalidad, estos negocios están dados de alta en el Municipio sólo como salas de masaje, aunque ofrecen los otros servicios y en algunos casos bebidas alcohólicas en forma clandestina.

Sin embargo, al Municipio parece no importarle esta situación, pues aunque tiene la facultad para clausurar los negocios en donde se ejerza la prostitución sin permiso, no hace nada.

Así, mientras estos negocios incrementan sus ganancias y se apoderan del centro de Monterrey, las autoridades municipales se han limitado a mantener un control sanitario demasiado laxo.

REFORMA comprobó que los servicios que ofrecen son de prostitución y como "pantalla" el de masajes.

Además constató que el control sanitario de estos establecimientos es deficiente, pues las "masajistas" pueden trabajar sin tarjeta de sanidad y hasta sostener relaciones sin preservativo.

Una reportera acudió a las salas de masaje Le Baron y Hooter's, y llamó por teléfono al negocio D' Janneth 2 para solicitar trabajo como "masajista".

En los tres establecimientos los encargados preguntaron a la aspirante que si sabía de qué se trataba el negocio y en seguida le explicaron que tenía que sostener relaciones sexuales con los clientes y...

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