Diario íntimo de Lulú Petite

Lulú PetiteEL GRÁFICOLa mejor medicinaQuerido diario: Llamo a la puerta en la habitación 405. Me abre un hombre joven, con playera negra, lentes de pasta negros, mirada tímida, sonrisa escurridiza y carita rechoncha. Sonríe y me invita a pasar. Se ve intranquilo.Me toma de las manos y se las siento sudorosas. Está nervioso. Es la primera vez que paga por sexo.Está un poco rechoncho y, aunque no es virgen, me cuenta que tiene poca experiencia. Es tímido y no sabe acercarse a una mujer, enamorarla, mucho menos llevarla a la cama.Le pido que se calme, le propongo que nos desnudemos y se recueste boca abajo con los ojitos cerrados. Le daré un masaje.Comienzo por acariciar su espalda suavemente, dejando que las puntas de mi cabello deambulen por su piel. De cuando en cuando deposito algunos besos de piquito en su espalda blanca. Cuando está completamente relajado le pido que se volteé.Aprieto sus pies, con un masaje fuerte y relajante. Voy subiendo mis manos por sus pantorrillas y muslos, llego a sus bolas y él respinga, de inmediato su miembro...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR