Desafía con erotismo a las letras solemnes

AutorErika P. Bucio

Hastiado de pelear con la muerte mientras escribía La Mara, novela sobre los pandilleros de origen centroamericano en la frontera sur de México, el escritor Rafael Ramírez Heredia (Tampico, 1942) encontró en el erotismo el alivio a sus heridas.

Desempolvó un cuento erótico publicado hace 20 años, Aprisionarte quisiera, y así tejió el principio de su novela El mestizo de Salgari (Plaza y Janés), donde narra la pasión entre Pirro, un hombre mayor, y Alida, una joven que apenas roza los 20 años.

"No hubo tormentos, no hubo angustias como en La Mara, que tenía que bañarme cuatro veces al día porque se me subían las hormigas y los insectos. Con El mestizo de Salgari se me subía el erotismo", cuenta.

Ramírez Heredia ha vuelto a la literatura erótica para "meterle una cuchillada a la falsa moralidad", y de paso rompe con la solemnidad de la novela en México.

"La literatura erótica no se practica mucho en México; las novelas mexicanas son muy solemnes, no nos permitimos el goce y la recreación. Todos tenemos que caminar atrás de las polvaredas de Rulfo, porque si no pensamos que no estamos haciendo literatura", afirma.

Lector "brutalmente apasionado" de Salgari, echa mano de su obra para armar un juego literario y rendirle un homenaje al escritor italiano. En sus novelas de aventuras, sus héroes, "dioses con la espada", sucumben siempre ante la mujer.

"Todos sus personajes masculinos: Sandokan, el Corsario Negro, el Pirata Rojo son arrojados, inteligentes, pero todos pierden con una mujer, a la que aman sin esperanza, es muy joven, es hija o sobrina del peor enemigo del héroe. Si estas condiciones se estaban dando en la novela, estoy copiando a Salgari".

Por eso no resulta casual la elección del nombre de su protagonista, Pirro, pues como afirma Ramírez Hereda: "Todo hombre pierde las batallas con una mujer o las gana pírricamente, al ganarlas las está perdiendo".

"Buen cantador de boleros", el escritor tamaulipeco decidió contar la novela a ese ritmo y...

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