Derecho Administrativo

AutorInés García
Páginas28-29
Industria Legal
ines.garcia@whitecase.com
Inés García
Torre del Bosque - PH, Blvd. Manuel Avila Camacho #24, Ciudad de México
www.whitecase.com
Algunos predijeron una crisis financiera, otros la
aparición de una nueva pandemia, pero ninguna
persona esperaba, o imaginaba, las
implicaciones que tendría el COVID-19 en los
aspectos de nuestra vida diaria, en la economía
e, incluso, en el derecho.
Lamentablemente, el virus tomó por sorpresa,
y sin preparación alguna, al mundo entero, en
donde muchas personas perdieron la vida, otras
se vieron obligadas a dejar su trabajo, pero todas
tuvieron que enfrentarse a las nuevas
complicaciones diarias que el virus trajo consigo.
En el momento en que aparecieron los
primeros casos de COVID-19 en México, el
Gobierno Federal emprendió una serie de
acciones en las que declaró la existencia de la
pandemia y se vio obligado a suspender la
actividad gubernamental, y de los particulares, al
considerar que el evento constituía un caso de
fuerza mayor. Por su parte, el Consejo de la
Judicatura Federal y la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, ordenaron el cierre de
todos los juzgados y tribunales federales, lo cual
causó la suspensión de aquellas admisiones
pendientes de juicios nuevos, poniendo en pausa
la continuación de aquellos procesos que se
encontraban en curso.
El virus ha tenido fuertes y difíciles
repercusiones en los litigios que estaban en
trámite o se iban a presentar debido a que los
tribunales no funcionan como antes, ya que la
suspensión de labores ocasionó un retraso en el
proceso de todos aquellos asuntos pendientes o
que, en su caso, no pudieron presentarse para
ser resueltos. En esta etapa, el Poder Judicial
Federal demostró resiliencia para continuar con
sus funciones, bajo nuevas y distintas
circunstancias, obligados a impartir justicia lo
antes posible y buscar las formas de avanzar
con sus labores, sin importar el retraso que la
pandemia trajo consigo. La suspensión de
labores se dio por un periodo de varios meses,
aproximadamente seis. En dicho periodo, se
suspendieron las labores del Poder Judicial
Federal, limitando su actuar a aquellos casos
considerados como “urgentes”. Una vez que
reanudaron sus operaciones, fue alta la cantidad
de casos nuevos que se presentaron, debido a
esta suspensión que limitaba el acceso de los
particulares a los órganos jurisdiccionales.
Actualmente, se está trabajando bajo un esquema
híbrido, en el que asisten únicamente algunos
funcionarios públicos para dar atención al público que
se presente en las instalaciones de los órganos
jurisdiccionales. Por otro lado, se ha optado por seguir
el esquema de “juicios en línea”, mismo que promueve
a que los particulares presenten cualquier tipo de
promoción vía electrónica y, por su parte, el Juzgado
en cuestión emita los acuerdos correspondientes con
base en dicho esquema electrónico.
La pandemia tomó por sorpresa a los tribunales y a
los litigantes, pero ha sido un evento importante que
sentó las bases para un cambio hacia la
modernización del Poder Judicial de la Federación,
que podría traer consigo un gran beneficio en la futura
práctica de la justicia.
Aún queda mucho trabajo por hacer. Una de las
ventajas que ha traído consigo la pandemia, es la
modernización del sistema de impartición de justicia,
misma que se necesitaba desde hace mucho tiempo.
DERECHO
ADMINISTRATIVO
El litigio en tiempos de COVID-19

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