La crisis de los albergues saturados

AutorPatricia Mayorga

CIUDAD JUÁREZ, CHIH.- "¿Cómo vamos a extrañar un país delincuente que hay allá?", dice Diego en México ante el puente internacional Paso del Norte, a unos días de ser expulsado de Estados Unidos junto con sus padres y cuatro hermanos.

De 15 años, Diego -su verdadero nombre se oculta por motivos de seguridad- vive frustrado el sueño de cruzar hacia Estados Unidos; a diferencia de él, cientos de menores de edad viajan y cruzan solos, lejos de sus familias, en el contexto de una nueva crisis migratoria agravada por la pandemia de covid-19.

De acuerdo con el jefe del Módulo para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes migrantes del DIF del estado de Chihuahua, José Alfredo Villa, en este 2021 se han disparado los casos de menores no acompañados que cruzaron hacia territorio estadunidense y fueron expulsados de ese país; el año pasado 180 menores de edad centroamericanos no acompañados fueron deportados en Ciudad Juárez y en menos de tres meses de este 2021 ya suman 100los casos.

Si bien 2020 cerró con 700 menores de edad mexicanos repatriados, al cierre del primer trimestre de 2021 van 500 casos; la mayoría proviene de Guerrero y Chiapas.

Desde octubre último, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos documentó un incremento de 114% en las deportaciones de menores de edad que viajan solos, cuando en cinco meses registraron 29 mil 729 casos; en contraste, en 12 meses del ejercicio fiscal anterior la suma total de los reportes fue de 33 mil 239.

Desde hace una semana, el área de Atención a Migrantes de la Comisión Estatal de Población (Coespo) recibe diariamente entre 130 y 200 personas deportadas diariamente en grupos en el puente internacional Paso del Norte y entre 50 y 150 todos los días desde marzo por el puente internacional Palomas, en el municipio de Ascensión.

Diego viaja con sus hermanos de 18, 10, cinco y dos años. La familia decidió huir de Honduras cuando a su papá le dieron 12 balazos en un asalto. El señor sobrevivió y muestra una de las heridas que lleva en el vientre, con una sonda para evitar que se le infecte.

"El sueño de nosotros es llegar allá", dice el adolescente al tiempo que mira hacia la ciudad de El Paso, Texas. "Me gustaría estudiar para ser ingeniero o abogado".

Este joven cuenta que tuvo que dejar la escuela porque todos los días era golpeado y la policía nunca hizo nada.

"Teníamos amigos, nos llevábamos bien, jugábamos y no teníamos ningún vicio. Pero ahora ya todos ellos se metieron al...

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