Crecen juntos

AutorSTAFF

Animar a la comunidad estudiantil es su misión sin importar los seis kilos que cargan de más y la elevada temperatura que los envuelve. Gerardo, Fabiola, Adrián y José han dado vida a las mascotas de sus respectivas universidades, de quienes han aprendido distintas cualidades.

LUGO: EN TODOS LOS FRENTES

Marcar la diferencia dentro y fuera de la cancha, esa es la misión de Adrián Ortega, quien es jugador y mascota de la Universidad del Valle de México (UVM) Lomas Verdes.

"Crecí viendo a Benny, la mascota de los Chicago Bulls. Veía las mascotas de equipos colegiales", cuenta. "Desde que yo estoy en el deporte me llamó la atención el ser alguien que marcara el día pese a las derrotas, que la gente salga contenta".

Adrián es parte del equipo de futbol americano en la categoría Juvenil, y estudia el último año de preparatoria. Todo lo que ello implica lo combina con las tareas que como "Lugo", el lince de la universidad, debe realizar.

No obstante, de sus tres actividades, la última es en la que goza de mayor libertad.

"La botarga no es un trabajo, lo veo como un hobbie, algo que es divertido, entonces no lo tengo que planear estrictamente", destaca.

Él es el primer estudiante de la UVM en encarnar oficialmente a "Lugo", que significa "Linces Universidad Go", pues, antes, de manera irregular, algunos estudiantes se ponían la botarga que ni nombre tenía.

"Yo estaba sentado en la tribuna y el chico que les había dicho que sí iba a ir no llegó, y decidí alegrarlos. Les dije que si la escuela necesitaba una botarga, conmigo podían contar", recuerda.

+ Nombre: Adrián Ortega

+ Edad: 17 años

+ Personaje: Lugo (Lince)

+ Carrera: Tercer año de preparatoria

"Adentro de la botarga te conviertes, no eres tú, eres la imagen. Una buena botarga no habla, sólo con gestos prende a la gente".

IÑAKI: AMIGO DE TODOS

Extrovertida, amigable y animadora... por estas cualidades a Fabiola Pineda no le costó nada compaginarse con "Iñaki", la mascota de la Universidad Iberoamericana.

Ella era porrista cuando en los Juegos Intersuj 2012 le pidieron de emergencia ponerse la botarga para dar la patada inicial.

No lo dudó, y de hecho siguió así durante dos años más.

"Cuando me dijeron que si quería ser la botarga, la verdad me pareció muy chistoso y dije que sí", cuenta. "Es padre ver cómo la gente se emociona y los niñitos te piden que los cargues para una foto".

Además del ánimo que durante un partido puede llegar a generar, lo que Fabiola, quien ya se tituló, se lleva de...

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