Los corruptores cruzan el Atlántico

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- España vive días de vértigo por los numerosos casos de corrupción que prueban la oscura conexión entre su clase política y empresas trasna-cionales. La prensa dedica sus principales espacios a cada nuevo caso y a las secuelas de las tramas que enlazan a dirigentes de los partidos tradicionales y a empresarios que, a base de financiamiento ilegal, obtuvieron jugosos contratos.

Los casos Gürtel, Barcenas, Pujol, Bal-tar, Brugal, CAM, Campeón, Divar, los ERE de Andalucía, Palau, Pokemon, Palma Arena, Nóos, Púnica y Bankia, entre otros, implican a cientos de políticos.

En 2013 la Fiscalía Anticorrupción inició 300 procedimientos por corrupción en todo el país; de ellos, 142 se desahogan en la Audiencia Nacional (AN). De los mil 900 imputados, 142 ya fueron condenados. La estimación de lo defraudado sobrepasa los 30 mil millones de euros.

Las cifras son de escándalo: 140 implicados en el caso Gürtel, 114 en Pokemon, 217 en el fraude de los ERE de Andalucía, 50 en el caso Bankia, 50 en el caso Púnica -que implica al Partido Popular (PP)- y 20 en el caso Barcenas, entre otros.

Pero los enfoques periodísticos ya no sólo se centran en los políticos implicados, sino en la otra parte, la de Los Corruptores.

Pedro Ramiro, coordinador del Observatorio de las Multinacionales en América Latina (OMAL), ha dicho que "esta profunda corrupción del entramado político-empresarial español es parte de la raíz del sistema" y es un rasgo que se encuentra también "en la expansión de los grandes consorcios empresariales, en la expansión internacional del capitalismo español".

El estudioso aborda estos aspectos en su libro de reciente aparición Marca España ¿A quién beneficia? (Icaria, 2014), y en entrevista con Proceso abunda: "Este es el lado oscuro de esa política de Estado denominada Marca España, la doctrina económica dominante que busca posicionar la buena imagen del país a través de la internacio-nalización de las multinacionales españolas con el argumento de que la repatriación de beneficios redunda en el bien común y ayuda a salir de la crisis".

"Puertas giratorias"

En la raíz de las prácticas corruptas están el proceso iniciado en la transición española con la privatización de las empresas públicas que dio pie a las "puertas giratorias": "la estrecha relación entre políticos y empresarios que van intercambiando sus posiciones del sector público al privado, condicionando las decisiones políticas al poder económico de las grandes corporaciones", explica.

Los casos más destacados en este conflicto de intereses son los expresidentes Felipe González y José María Aznar. El primero es consejero de Gas...

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