Contador Público Certificado asesor integral de negocios. Punto y seguido
| Autor | José de Jesús Heziquio Martínez Vargas |
| Cargo | Presidente de la Comisión de Legislación y Estatutos, y ex presidente de la Comisión de Desarrollo Profesional Continuo, Región Centro-Occidente del IMCP |
| Páginas | 10-14 |
Síntesis
Desde las primeras civilizaciones,
cuando los grupos comercializaban
sus artículos mediante el trueque,
ya existía la necesidad del hombre
de confianza para administrar
los recursos. La era digital ¡en
la que ya participamos! no será
condescendiente con el Contador
Público que pretenda cerrar su
mente a la interacción con los
sistemas. Es de vital necesidad
para el profesional de la Contaduría
reconsiderar la visión estratégica de
sus servicios.
Durante los últimos años la profesión conta-
ble de nuestro país ha venido siendo objeto
de descalicaciones por parte de terceros y
de los propios orientadores vocacionales. La
armación de que es obsoleta y tiende a desapare-
cer tan solo reeja un parco conocimiento de la pro-
fesión relativo al sujeto que lo expresa. Considerar
que la Contaduría Pública es, y solo es, determinar
impuestos a los ingresos resulta ser un juicio a la li-
gera. El campo de acción de la Contaduría ha sido tan
amplio durante la historia de la humanidad; desde las
primeras civilizaciones, cuando los grupos comercia-
lizaban sus artículos mediante el trueque, ya existía la
necesidad del hombre de conanza para administrar
los recursos. Hoy en día, tan solo el Instituto Mexica-
no de Contadores Públicos (IMCP), fundado en 1923,
coordina a 60 Colegios Federados y sus delegacio -
nes. Dividido en cinco grandes regiones en la na-
ción mexicana, es la profesión que integra a más de
22,000 asociados observantes de las Normas Regla-
mentarias y del Código de Ética Profesional. Organi-
zados en comisiones de trabajo, acatan los controles
internacionales de la Certicación General y los de
la Certicación por Disciplinas. Un Contador Público
colegiado al IMCP es garantía de ética, compromiso y
diligencia profesional. Punto y seguido.1
Ya a nes del siglo pasado los promotores de la
“sociedad del conocimiento”, liderados por Drucker,
armaban que ninguno de los factores de la econo-
mía –reriéndose expresamente a la mano de obra,
el suelo y el capital–, tendrían mayor inuencia en
el desarrollo de las naciones como el propio cono-
cimiento adquir ido. Ya entonces se hacía énfasis en
tres características muy actuales de nuestra actividad
profesional: la eliminación de las barreras, la uidez y
la igualdad de oportunidades. La digitalización de
los datos y la constante mejora de los sistemas de
comunicación, que caracteriza a la industria 4.0, han
venido a permitir la asesoría de negocios a distan-
cia; en consecuencia, se torna importante obser-
var las políticas de cumplimiento ético-normativo
del compliance en las operaciones de los negocios
internacionales. Pero es menester no confundir el
conocimiento con la información; esta última es un
cúmulo de datos que deberán ser estructurados y
organizados con el apoyo de un software de Plani-
cación de Recursos Empresariales (ERP, por sus
siglas en inglés). El análisis y su estudio permanente
ofrecerán comprensión de los hábitos del mercado
en el que se incursiona y conocimiento del ambiente
profesional.
– […] Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor,
qué camino debo seguir para salir de aquí?
– Esto depende en gran parte del sitio al que quieras
llegar –dijo el Gato.
– No me importa mucho el sitio... –dijo Alicia.
– Entonces tampoco importa mucho el camino que
tomes –armó el Gato.2
La timidez de Alicia, en la obra del escritor inglés Lewis
Carroll, es el reejo de la inseguridad que aige al
prospecto emprendedor en cualquier ámbito de su
desarrollo profesional o de negocios. Cuando no se
tiene claro el destino, con “moverse” pareciera ser
suciente. “¡Mueve esas manos!”, “¡camina, no te que-
des parado!”, exclamaciones imperativas que tantas
veces escuchamos en la vida y se vuelven repetitivas,
sin considerar que “retroceder” también implica movi-
miento. El temor natural al fracaso y la incertidumbre
de los resultados se tornan en la primera debilidad por
vencer. Porque sentir miedo es inherente al ser huma-
no, sin embargo, cuando se le conoce y comprende,
el miedo se controla y se vive con mayor tranquilidad.
“Arrojarse de forma decidida sin temor al fracaso”,
“persistiendo hasta lograr el objetivo”, quizá y solo
quizá podría abrir las puertas del éxito. Pero si no se
tiene denido el propósito y, aún más, se desconoce la
posición actual o las distintas alternativas de margen
de acción, es muy probable que se realicen esfuerzos
dobles o no necesarios; incluso, hasta pudiera darse el
caso de que la meta deseada ya hubiese sido lograda
y se continué con la inercia del movimiento sin tener
identicado el próximo objetivo.
Todos los éxitos, grandes o
pequeños, comenzaron
como un sueño producto
de una necesidad
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Punto y seguidoPunto y seguido
C.P.C., MA, MF y PCFI José de Jesús HezIquIo MArtínez VArgAs
Presidente de la Comisión de Legislación y Estatutos, y ex presidente
de la Comisión de Desarrollo Profesional Continuo, Región Centro-Occidente del IMCP
jjheziquio@yahoo.com.mx
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