Constructor de instituciones

REFORMA/ Staff

Eran los días finales de la Segunda Guerra Mundial y un grupo de empresarios encabezado por Lorenzo Servitje vivía su propia guerra.

Querían convertir un exitoso negocio de pastelería en una gran empresa industrial productora de pan.

Uno de los temas a definir era cómo denominar al nuevo negocio y sus productos.

"Pensamos en ponerle 'Súper Pan' -cuenta Servitje- pero resultó ser un nombre no registrable y, además, tenía un agravante: si nuestra razón social era Súper Pan S.A., sonaría como 'super panza'".

Cuenta don Lorenzo de los otros nombres que exploraron: Súper Pan Sambo; Súper Pan Margarita; Súper Pan Lirio; Bonipan y un nombre que sonaba parecido a una película de Walt Disney, que estaba en la cartelera entonces, Bimbo... por Bambi.

"Lo cierto es que sonaba bonito, era pegajoso y nos gustó", cuenta don Lorenzo, quien no imaginó que el nombre se convertiría en un genérico para denominar al pan de caja.

La empresa en la que participaban cuatro accionistas, con 38 colaboradores y 10 vehículos, había sido producto de años de esfuerzo familiar, que iniciaron con el viaje, al comenzar el siglo, de Juan Servtitje Torrallardona, padre de don Lorenzo, a México "para hacer la América".

Hoy, Grupo Bimbo, con ventas anuales de 7 mil millones de dólares; más de 100 marcas; más de un millón de puntos de venta en 17 países y 87 mil 500 colaboradores, aparece frecuentemente como una de las empresas más admiradas de México y se ha convertido en una de las principales multinacionales de nuestro País.

El éxito empresarial de don Lorenzo no es casual, sino producto de un trabajo planeado, sistemático y de la toma de riesgos calculados, de él y de sus socios: Jaime Sendra, José Trinidad Mata y Alfonso Velasco.

"Jóvenes y entusiastas, desde 1943 hasta 1945, nos reuníamos en mi casa hasta después de las 10 de la noche, cuando yo regresaba de El Molino. Estudiábamos cada detalle, no queríamos errar: normas de fabricación y venta; distribución, compra de terreno y maquinaria; políticas y alcances de la empresa; medios para publicitar nuestros productos. Aún subsiste un documento que escribí a máquina con toda la planeación del negocio, enfocado desde su inicio a servir al mayor público posible", recuerda.

Desde el inicio, una de las características de la empresa fue un estilo muy especial de trato a su personal.

"La regla de oro de Bimbo, desde el primer día y aún hoy, es tratar al personal con cuatro condiciones básicas: justicia, respeto...

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