Constitución política del estado de Guerrero del 6 de octubre de de 1917
| Autor | Gonzalo Santiago Campos |
| Páginas | 227-245 |
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l año de 2017 trajo múltiples festejos histórico-jurí-
dicos para México, pues a más del primer centena-
rio de la Constitución federal de 1917, también se
cumplió un año más de la Constitución federal de
1857 así como del Acta Constitutiva y de Reformas
de 1847, sin olvidar conmemoraciones como la Res-
tauración de la República en 1867 y el natalicio de
Mariano Otero Mestas. Sin embargo, también dieci-
séis entidades federativas cumplieron cien años con
un mismo texto constitucional, entre ellas Guerrero.
En ese sentido, el Centro de Estudios de Derecho
e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) ha teni-
do a bien realizar una serie de estudios acerca de
la Constitución de cada entidad federativa que en
E
Gonzalo Santiago Campos
Constitución política del
estado de Guerrero de 1917
Introducción
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2017 cumplió un siglo de existencia. Este proyecto abona en los esfuerzos para
desarrollar con más detalle la historia constitucional local, en muchos casos
colmado de lagunas pero que pueden ser subsanadas con empresas como la
emprendida por el CEDIP de la Cámara de Diputados federal.
Así, el presente trabajo analiza, en primer lugar, el contexto jurídico político de
Guerrero; posteriormente se revisa la elección y desarrollo del Constituyente
local que dio vida a la Constitución guerrerense de 1917, misma que hoy rige a
la entidad federativa; en la parte nal se mencionan algunos aspectos relevan-
tes del texto constitucional suriano de 1917, para concluir con unas reexiones
nales que tienen la intención de fungir como colofón.
Contexto histórico del estado en el período revolucionario
(1910-1916)
Los primeros años de la época porrista el Estado mantuvo su autonomía, pero
con la consolidación del régimen la entidad —como el resto del país— fue
sometida bajo el dominio del Gobierno federal. De tal forma, con la salida del
Gobernador Diego Álvarez, originario de Coyuca —hoy de Benítez—, llegaron
a ese cargo personas apoyadas desde la capital de la federación: Francisco O.
Arce (jalisciense de nacimiento); Mariano Ortiz de Montellano (originario de
San Luis Potosí); Antonio Mercenario (de origen controvertido, aunque sin duda
no guerrerense); Agustín Mora (nativo de Puebla).
Así las cosas, pese a “las presiones populares y los conictos con las élites polí-
ticas locales, los gobernadores porrianos lograron imponer su ley en Guerre-
ro. Caciques y caudillos surianos fueron neutralizados, dominados o vencidos,
como de hecho aconteció en todo el país”.1 Aunque los últimos encargados del
Poder Ejecutivo estatal durante la tutela porrista fueron guerrerenses: Carlos
Guevara Alarcón, Manuel Guillen, Silvano Saavedra y Damián Flores.
La mayoría de los jefes regionales o caciques del Estado habían sido some-
tidos por las fuerzas centralizadoras del gobierno de Díaz, bajo la idea de
forjar y consolidar en el país un moderno Estado-nación; entre ellos sobresa-
lieron Canuto Neri, Rafael Castillo Calderón y Anselmo Bello. Sin embargo, la
1 Illades, Carlos, Guerrero. Historia breve, 2ª ed., México, Fondo de Cultura Económica, El Colegio de
México, 2011, p. 81.
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