Condiciones socioculturales de la transición democrática: a la búsqueda de la comunidad perdida

AutorNorbert Lechner
Páginas285-301
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CONDICIONES SOCIOCULTURALES
DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA:
A LA BÚSQUEDA DE LA COMUNIDAD PERDIDA*
1. UNA DEMOCRATIZACIÓN EN SITUACIÓN DE CRISIS ECONÓMICA
Una retrospectiva sobre América Latina en la década de los ochenta muestra
un cuadro contradictorio: gobiernos democráticos se instalan en toda la re-
gión al mismo tiempo que una profunda crisis económica sacude las estruc-
turas sociales.
Es la década de la democracia, comenzando con el colapso de la dictadura
argentina y terminando con el  n de los gobiernos de Pinochet y Stroessner.
Asistimos no sólo al término de las dictaduras militares: no menos signi cativos
son los cambios de gobierno civil mediante elecciones en países convulsiona-
dos como Bolivia, Nicaragua y Perú. Nunca antes tantos, casi todos los pueblos
de América Latina y el Caribe, tienen un gobierno democráticamente elegido.
De forma paralela, los años ochenta representan una “década perdida” para
el des arrollo socioeconómico.1 Ésta inicia en la cumbre de un periodo de cre-
cimiento y cierra con un dramático balance de deterioro económico y retroce-
sos sociales. El fenómeno saliente es la crisis de la deuda externa que provoca
los más diversos intentos de ajuste, estabilización, reactivación y reestructu-
ración. El servicio de la deuda (la cual alcanza en 1989 los 416 000 millones
de dólares para la región) exige no sólo una restricción de las importaciones y
una contracción de la inversión, sino también una reducción del gasto  scal
y, por ende, de los servicios públicos. Como producto de ello se revierten las
tendencias redistributivas y aumenta dramáticamente la población en extre-
ma pobreza.
La situación de América Latina, que conoce la peor crisis económica y
social de su historia simultáneamente con el mayor avance de la democracia,
no puede sino sorprender. De hecho, se suelen vincular los procesos de demo-
* Ponencia presentada en la conferencia “Cultura democrática y desarrollo: hacia el tercer
milenio en América Latina”, auspiciada por el gobierno de la República Oriental del Uruguay y
organizada por la UNESCO y el Instituto Pax, en noviembre de 1990, en Montevideo. Publicada en
Estudios Internacionales (Santiago) 94, abril-junio de 1991, pp. 209-228.
1 Los datos económicos provienen de CEPAL, Balance preliminar de la economía de América
Latina y el Caribe 1989, Santiago, 1990.
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cratización con periodos de crecimiento económico que facilitarían negociar
compromisos y postergar grati caciones. El prolongado proceso de recesión
y ajuste, por el contrario, acentúa la fragmentación social. ¿A qué se debe en-
tonces el auge de la democracia en América Latina?
Cada transición a la democracia ocurre bajo condiciones especí cas y re-
sulta difícil destacar algunos elementos generales.2 No obstante, parece conve-
niente abandonar el supuesto de que el desarrollo económico es un prerrequisi-
to de la democracia, aunque seguramente sea una condición favorable. Que la
política no sea mero re ejo de los procesos socioeconómicos no signi ca, por
otra parte, que la política sea un “sistema” autónomo. Los procesos políticos
y las estructuras materiales interactúan, pero en una relación de asincronía.
La situación latinoamericana sugiere una hipótesis: considerar la transición
democrática en una relación complementaria con los procesos socioeconómi-
cos. Podríamos interpretar la democracia emergente en América Latina como
una reivindicación de la integración social o, simplemente, de “comunidad”
que compensa la desintegración producida por los procesos económicos.
El enfoque aparece demasiado “funcionalista”, como si el “sistema social”
supusiera una función de integración que pudiere ser cumplida indistinta-
mente por la política o la economía, por la democracia o el mercado. Estimo
que no es el caso. El orden social requiere procesos de integración, pero es di-
ferente el que procura la democracia al que genera el mercado. La experiencia
latinoamericana nos señala la insu ciencia de una cohesión basada exclu-
sivamente en la dinámica del mercado. Ésa era la ilusión neoliberal que, en
consecuencia, pretendía eliminar las interferencias de la política. La ofensi-
va neoliberal en países como Chile fracasaa empero, precisamente porque el
mismo avance del mercado desencadena demandas de “comunidad” que no
pueden ser satisfechas en el ámbito de la racionalidad técnico-instrumental.
Falta ver si la democracia puede responder a tales demandas.
2. MODERNIZACIÓN Y MODERNIDAD
El año 1989, bicentenario de la Revolución francesa, quizás signi que la cul-
minación de una onda larga de desarrollo histórico en que el capitalismo se
2 Véanse G. O’Donnell, P. Schmitter y L. Whitehead (eds.), Transitions from Authoritarian Rule,
Baltimore, Johns Hopkins University Press, 1986, 4 vols.; F. Calderón y M. Dos Santos (eds.),
¿Hacia un nuevo orden estatal en América Latina?, Buenos Aires, Clacso, 1988 y 1989, 5 vols., y
sus conclusiones en Veinte tesis sociopolíticas y un corolario de cierre, Buenos Aires, Clacso, 1990.
a La lectura de Lechner sobre el fracaso de la ofensiva neoliberal en Chile se distancia de las
posiciones dominantes de la época, posiciones que se pueden encontrar re ejadas en las publi-
caciones del Centro de Estudios Públicos de Chile fundado en 1980. Particularmente en su re-
vista Estudios Públicos, donde se defendían las virtudes del modelo económico chileno. Véase
Estudios Públicos 1:40, 1980-1990.

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