Chiquitos y picosos
EL TAMAÑO no importa, la lucha libre es una fuente de trabajo que no discrimina, lo mismo abre sus puertas a personas altas, delgadas, gordas o muy, pero muy pequeñas.
Las personas de 'bolsillo', como algunos de ellos se autodenominan, encuentran en el pancracio los recursos para mantener a su familia que les niegan en otras actividades.
Tal es el caso de Pequeño Olímpico, Tsuky, Pequeño Pierroth, miembros del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) o Chucky, Cuije, Guapito, de la Triple A, por citar tan sólo algunos ejemplos.
Todos ellos tienen cualidades idénticas, no son improvisados, llevan años entrenando, recibiendo golpes, son en determinado momento, uno más en el espectáculo y los tratan casi igual que a los llamados normales, porque en lo económico, parece ser que los centímetros se corresponden con los miles de pesos.
'No importa si somos pequeños o no, te golpean y en ocasiones no miden sus fuerzas. Las lesiones son idénticas, no cambia nada, porque nosotros somos luchadores profesionales, y nos pagan para enfrentarnos a compañeros de nuestro mismo tamaño o hasta más altos', señala Tsuky.
Antes de subir a un cuadrilátero, algunos pasaron por diferentes empleos que les daban para vivir, como el caso de Cuije, quien era cobrador en una ruta de microbuses, o Chucky, que gracias a su enanismo, como él lo subraya orgullosamente, tuvo empleo en varias películas, incluso a lado de Luis Buñuel (Simón del Desierto) y Alejandro Jodorowsky (La Montaña Sagrada).
Desde toreros, comerciantes o actores, todos ellos desembocaron en un espectáculo que los ha llevado a ser leyendas en el rudo deporte.'Yo no tenía un trabajo normal, siempre fue difícil encontrar un empleo por mi tamaño, ya fuera porque me discriminaban o bien porque no era apto para el trabajo, por ejemplo, no podía ser cargador en un almacén o albañil, así que me ganaba la vida cobrando en los microbuses, hasta que me di cuenta que podía aprender lucha libre y salir adelante con este trabajo', explica Cuije.
¿Enano, qué es eso? Se preguntaba Chucky en su niñez, para él la palabra y las burlas de sus compañeros no eras ofensivas, por la sencilla razón de que no entendía qué significaba ser enano.
'Me gritaban en la calle, en la escuela, y yo me reía, y saludaba, mis hermanos se enojaban y me regañaban porque dejaba que me dijeran enano, pero para mí a esa edad todos éramos enanos.
'No me sentí mal cuando lo entendí, supe que era diferente a los demás, pero no le tomé importancia. Más...
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