Una cementera en la selva

AutorManuel Rodríguez

MACUSPANA, Tab.- Vistas con Google Earth, dos gigantescas manchas blancas que desde el espacio parecen las pinzas de un alacrán irrumpen en una enorme masa verde oscuro.

Se trata del Parque Estatal Agua Blanca, en Macuspana, muy cerca del límite de Tabasco con Chiapas, una zona declarada Área Natural Protegida hace 32 años por el Gobierno del Estado, ahora arañada por una planta de cemento que la empresa Holcim-Apasco instaló ahí desde los 80.

Este paraíso natural, donde la mayoría de los árboles tiene una altura de más de 25 metros, hogar de jaguares, monos araña, aves migratorias y otras decenas de especies de flora y fauna, muchas de ellas protegidas, amenazadas o en peligro extinción, corre el riesgo de que la planta cementera extienda su zona de extracción de material pétreo a casi una cuarta parte de lo que en 1987 se consideró como parte de su territorio.

La Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático del Gobierno de Tabasco publicó el pasado 25 de septiembre el plan de manejo ambiental del Área Natural, donde se considera una extensión de mil 462 hectáreas, 563 hectáreas menos que las consideradas en el decreto de su creación, en 1987.

El programa de manejo --integrado por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT)-- avala la cesión de estas hectáreas a la empresa Holcim-Apasco ordenada hace dos años por el Gobierno de Arturo Núñez Jiménez mediante un decreto que arrebató de un plumazo la cuarta parte de una zona que alberga 49 por ciento de la biodiversidad vegetal de Tabasco.

EL DECRETO 0658; RIQUEZA NATURAL

El decreto por el que se declara como área natural protegida al parque Agua Blanca fue publicado el 17 de diciembre de 1987 en el Diario Oficial del Estado.

El Gobierno tabasqueño mencionaba en ese entonces que en esta área se encontraban representadas una gran variedad de especies vegetales propias de la selva alta perennifolia también conocida como selva siempre verde.

La zona está habitada por diversas especies como jaguar, ocelote, tigrillo, saraguato y mono araña.

En sus considerandos, el decreto señalaba la necesidad de llevar a cabo programas y proyectos para prevenir y disminuir la contaminación ambiental y lograr el ordenamiento ecológico regional, mediante la conservación y desarrollo de la flora y fauna silvestres.

El decreto cita estudios del Instituto Nacional de Investigación sobre Recursos Bióticos, según los cuales, el área también representa un importante refugio para la nidación y alimentación de una gran cantidad de especies de aves, tanto migratorias como locales.

Señala que en el área se encuentran recursos bióticos potencialmente aprovechables para elaboración de medicinas, y que la conservación de la cubierta...

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