Celebran fantasía de Pedro Friedeberg

AutorÓscar Cid de León

Pedro Friedeberg, creador de cuadros oníricos, palacios imposibles con incontables salones y habitaciones, pasadizos secretos y escaleras, muchas veces, absurdas, eligió el Alcázar del Castillo de Chapultepec para presentar anoche el libro que da cuenta de un buen trozo de su vida, o al menos "trocitos", como él mismo dice.

Se trata de De vacaciones por la vida, Memorias no autorizadas del pintor Pedro Friedeberg, editado por Trilce y el Conaculta.

El volumen da cuenta de algunas narraciones de vida no ajenas a la exuberancia que siempre ha caracterizado al artista, entre personajes extravagantes y recuerdos que rayan en lo fantástico, de sus épocas de infancia, pero, sobre todo, de madurez. Y es que toda infancia le parece "aburrida", y así lo hace notar el propio autor en el volumen.

Para definir al personaje, Guadalupe Loaeza, por ejemplo, lo evocó disfrazado de cebra, cruzando en alguna tarde de la década de 1960 por la Zona Rosa.

"Nunca le ha importado el qué dirán. Pedro Friedeberg está más allá del bien y del mal", celebró la escritora durante la presentación.

Friedeberg, de 75 años, no acudió al Castillo de Chapultepec vestido de cebra como en aquella ocasión, pero sí con una camisa con un estampado que recordaba a una.

Elena Poniatowska, escritora y periodista, participó también en la presentación, celebrando la vida antisolemne y festiva del artista, en veces cercana a la extravagancia que suelen mostrar los miembro de la realeza.

"Si hubo un intento de esnobismo y excentricidad en el México del 20, seguramente Pedro Friedeberg oficiaría el papel de príncipe, marqués, archiduque y conde, porque él sólo, y por...

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