Carranza: El Hombre Público y el Hombre Privado

AutorLorenza del Río Cañedo/Edwin Álvarez
Páginas35-132
La importancia histórica de Carranza se debe a su papel en la vida política
de México durante el Porfiriato y la Revolución. Es ese papel el que
ha dado lugar a que varios monumentos y museos se hayan dedicado
a preservar la memoria de dicho personaje, y es por tanto ineludible hablar
de la trayectoria pública de él en un libro como éste. Sin embargo, puesto
que la llamada Casa de Carranza es un museo de sitio, ya que albergó a don
Venustiano los últimos meses de su gobierno, y que fue testigo de su vida
personal y familiar, resulta igualmente importante hablar de la vida privada
del presidente Carranza.
En la primera parte de este apartado se narrará la participación de
don Venustiano en la vida pública de México, y en la segunda se dará cuenta
de su vida familiar. Este último subtema permitirá conocer al hombre que fue
Carranza, más allá de la imagen de héroe nacional que tenemos de él.
4.1. El hombre público
4.1.1. Los años formativos
Muchos escritores e historiadores sobre el periodo revolucionario han prestado
atención a la vida de Carranza, comenzando por sus estrechos colaboradores,
el general de división Francisco L. Urquizo, el coronel Alfredo Breceda, o los
Licenciados Luis Cabrera, Félix F. Palavicini e Isidro Fabela, quienes dejaron
un rico testimonio sobre el movimiento Constitucionalista y la vida pública
y privada del Primer Jefe. Entre los autores que en tiempos modernos han
escrito importantes estudios sobre la figura de Carranza se encuentran
Enrique Krauze, Josefina Moguel, Javier Villarreal Lozano, Manuel Plana,
Luis Barrón y Javier Garciadiego. Por su parte, Álvaro Matute historió el
gobierno de don Venustiano para la colección de El Colegio de México sobre
la Revolución Mexicana, Pedro Salmerón publicó un importante trabajo
sobre el origen del ejército Constitucionalista y el desarrollo del Cuerpo de
Ejército del Noreste, en tanto que Leonardo Lomelí Vanegas ha seguido de
cerca la política hacendaria del gobierno constitucional de Carranza. Los
escritos de todos ellos nos sirven para conocer con detalle el desarrollo de la
carrera política y revolucionaria de don Venustiano.
Cabe destacar a Krauze y Barrón, por coincidir en que Carranza no
sólo fue un importante político reyista en la región del noreste, un hábil
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estadista o uno de los más importantes caudillos revolucionarios. Ambos
autores consideran que don Venustiano fue un liberal del siglo XIX que,
llevado por las circunstancias, tuvo que encausar una revolución de alcance
social en el siglo XX.
En este breve espacio sólo se pueden anotar los aspectos más importantes
de dicha carrera. Venustiano Carranza Garza nació el 29 de diciembre de
1859 en Cuatro Ciénegas, Coahuila, en plena guerra de Reforma, durante la
cual su padre, Jesús Carranza Neira, militó en el bando liberal con el grado
de coronel de Guardia Nacional.
Venustiano pasó su infancia en su lugar natal, pero posteriormente fue
enviado a la capital del estado, Saltillo, para estudiar en el Ateneo Fuente,
fase de su vida que coincidió con la Intervención Francesa y el Imperio de
Maximiliano. En dicho plantel coincidió con personas que tendrían un papel
importante en la vida política de Coahuila y de México. Miguel Cárdenas,
Emilio Vázquez Gómez, Manuel Garza Aldape, Jesús de Valle y Luis Alberto
Guajardo. En 1874, cuando tenía alrededor de 15 años de edad, su familia
le costeó el traslado a la Ciudad de México, para poder ingresar a la Escuela
Nacional Preparatoria. Para entonces la República había triunfado sobre el
Imperio. De hecho, el presidente Juárez había fallecido dos años antes y
Sebastián Lerdo de Tejada se hallaba al frente de las riendas del país.
Mientras cursaba los estudios preparatorios, el joven Carranza decidió
dedicarse -según unas versiones- al derecho, y otras a la medicina. Sin embargo,
por esas fechas se le manifestó una grave afectación de la vista. El Dr. Manuel
Carmona y Valle le diagnosticó posible neuropatía óptica. Venustiano se
vio obligado a interrumpir sus estudios y trasladarse a San Antonio, Texas,
donde se le diagnosticó miopía y recibió tratamiento. En estas circunstancias,
Venustiano tuvo que abandonar la idea de estudiar en la Ciudad de México
y regresar a Cuatro Ciénegas, para dedicarse a los negocios agropecuarios de
su familia.
Es digno de mencionar que durante su estadía en la capital del país,
Carranza pudo presenciar el intento de Lerdo de Tejada de reelegirse y su
caída debido a la rebelión de Tuxtepec, iniciada por el general de división
Porfirio Díaz Mori. Iniciaba así una nueva etapa en la historia nacional, el
régimen porfirista.
El regreso a la tierra natal apartó a Venustiano de los estudios, pero
no del interés por los asuntos políticos. En 1886 fue nombrado juez local de
Cuatro Ciénegas, y al año siguiente, con tan sólo 27 años –aunque ya casado
y con dos hijas–, fue electo para presidente municipal. Sin embargo, no pudo
permanecer mucho tiempo en el cargo, porque tuvo una diferencia con el
gobernador José María Garza Galán, lo que lo llevó a presentar su renuncia.
El problema se suscitó porque el gobernador quería que se le rindiera un
informe en que se dijera que Cuatro Ciénegas pasaba por un periodo de
apogeo y esplendor. Don Venustiano contestó que rendiría un informe
cuando se le ordenara, pero no para engañar, sino para informar la verdad.
A continuación renunció para no ser destituido.
Museo Casa de Carranza: Historia y Legado
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En 1893, el gobernador Garza Galán trató de reelegirse, lo que
inconformó a varios coahuilenses. Alrededor de 300 rancheros, encabezados
por los hermanos Emilio, Sebastián, Venustiano y Jesús Carranza, se declararon
en rebeldía. El jefe de la zona militar, el entonces general de brigada Bernardo
Reyes, recibió la encomienda de atender el asunto. Reyes parlamentó con
los insurrectos y concluyó que sus motivaciones eran legítimas, por lo que
los apoyó ante el presidente Díaz. Gracias a esto, Sebastián Carranza tuvo
la oportunidad de conferenciar con el presidente en Palacio Nacional, para
explicarle las razones de su inconformidad.
General de brigada Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León. 451325. SECRETARÍA DE
CULTURA. INAH. SINAFO. FN. MÉXICO. REPRODUCCIÓN AUTORIZADA POR EL INAH.
La Constitución nos Une
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