Carlos Zamarripa. El caudillo de la justicia mexicana

AutorKennia Velázquez, Arnoldo Cuéllar, Marcos Vizcarra, Verónica Espinosa

GUANAJUATO, GTO.- Es un soleado octubre de 2020. Carlos Zamarripa Aguirre camina con cara de satisfacción por la explanada de la Fiscalía General del Estado (FGE). Lo hace flanqueado por el embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, y el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Se dirigen a inaugurar unos modernos laboratorios forenses.

El diplomático estadunidense fue elogioso con Guanajuato. Lo calificó como modelo de colaboración en seguridad y desarrollo económico de México; por ello, el equipamiento y asesoría corrió por cuenta de los vecinos del norte.

No parece haber sombras para Zamarripa, quien se convirtió en el hombre más poderoso de Guanajuato. Fue procurador durante 10 años y tres gobernadores consecutivos lo han avalado de manera incondicional y con grandes presupuestos; recibe elogios y deferencias de autoridades de Estados Unidos, mientras una creciente violencia se ensaña con el estado (Proceso 2284).

En 2019, una reforma legal le otorgó total autonomía a Zamarripa y se convirtió en fiscal por un periodo de nueve años, por lo que todavía le quedan siete para acrecentar su poder.

De los 30 años que el PAN ha gobernado el estado, 12 pueden ser contados como la era Zamarripa. De llegar al final de su mandato, en 2028, habrá durado 19 años en funciones, un hecho sin precedente en América Latina. En México el promedio en este puesto es de tres años; el segundo fiscal con más tiempo -Alejandro Gómez, del Estado de México- está por cumplir siete años.

Afuera del amurallado recinto donde Zamarripa despacha como fiscal hay un Guanajuato distinto, que acumula el mayor número de asesinatos del país por dos años consecutivos.

En menos de una década el estado se convirtió en un territorio de expansión del crimen organizado desde donde un cártel local -el de Santa Rosa de Lima, en Vi-llagrán- ganó fama mundial por el robo millonario de combustible a Pemex, por amenazar al presidente Andrés Manuel López Obrador y por la declaración de guerra al Cártel de Jalisco Nueva Generación, que recrudeció las atrocidades y homicidios (Proceso 2198 y 2211).

Zamarripa estudió un curso en el FBI que suele destacarse en su trayectoria y que trató de replicar aquí cuando creó la Agencia de Investigación Criminal, al frente de la cual está uno de sus hombres de más confianza: José Antonio Torres Ramírez, un especialista en sistemas computacionales.

Desde ahí se operan sistemas de vigilancia y controles verticales de carpetas de investigación, además de que sus operaciones han levantado sospechas de ser usadas políticamente y porque se mezclan con el Poder Ejecutivo estatal.

Además de su curso de 10 semanas en la academia del FBI en Quántico, Virginia, y un diplomado de 10 semanas en derecho criminal en la Universidad de Virginia, Zamarripa Aguirre se ufana de haber acreditado capacitaciones en Chile, Colombia, Israel y con la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA. Pero los documentos que lo certifican no están al alcance del público, pues se consideran "información sensible" para la seguridad del estado, según la respuesta a una solicitud vía transparencia.

Un gran currículum

En 11 años el presupuesto de la FGE se ha incrementado en más de 160%. Según la cuenta pública: del 1 de enero de 2009 al tercer trimestre de 2020 el fiscal ejerció un gasto de 20 mil 967 millones de pesos (mil millones de dólares). Guanajuato fue el cuarto estado que más presupuesto destinó a su fiscalía en 2019, detrás de las de la Ciudad de México, el Estado de México y Chihuahua.

Los apoyos provenientes de la Iniciativa Mérida, constantemente ostentados en el discurso público, se desconocen en montos y efectividad, pues la dependencia...

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