Capítulo V

AutorLorenzo de Zavala
Páginas83-92
83
n principios de este año, Mr. Canning, ministro de Relacio-
nes Extranjeras del gobierno británico, pasó una nota al
cuerpo diplomático en la que anunciaba la determinación to-
mada por el gobierno de S. M. de entrar en tratados con las
repúblicas de México, Colombia y Buenos Aires. Esta decla-
ración produjo un efecto maravilloso sobre el pueblo inglés,
que esperaba sacar ventajas considerables de sus especulacio-
nes sobre México. Comenzaron desde el momento a formar
compañías de minas, a las que corrían a suscribirse con entu-
siasmo. Era en efecto muy natural este movimiento como con-
secuencia de la situación de ambos países. Inglaterra, en un
estado de plétora, por decirlo así, con capitales acumulados
sin poder darles un curso productivo, con brazos sobrantes,
con máquinas, con ingenieros, mineralogistas, con sus alma-
cenes llenos de efectos sin demanda y sus manufacturas casi
paralizadas; México, abundante en minerales ricos de oro y
plata, sin poderse explotar por falta de capitalistas, escasez de -
quinas y desconfianza de resultados, con una población de
siete millones, privada de un golpe del comercio de la Penín-
sula, necesitada de los artículos manufacturados en Europa;
todo esto ofrecía las más halagüeñas esperanzas. Las acciones
CAPÍTULO V
E

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR