La cancha no será pretexto

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 1 (EL UNIVERSAL).- Sea cual sea el resultado de este sábado por la noche, ante Querétaro, el Cruz Azul no se quejará de las condiciones del césped del Estadio Azteca. Si los cementeros ya jugaron nueve partidos como locales en el torneo, en las peores condiciones, y no perdieron ni uno, ahora no tiene que ser la excepción.

Este viernes por la tarde, el plantel conoció el estado de la cancha. El lunes se trasladó el pasto híbrido de Coapa al Azteca y se mantuvo en tratamiento durante la semana. La intención de Pedro Caixinha era entrenar ahí un día antes del encuentro contra los Gallos Blancos, pero no se le permitió.

Los cementeros pisaron y sintieron la superficie, nada más. Al equipo ya le daba vergüenza jugar ahí. En su último partido como local, el 10 de noviembre frente a Lobos BUAP, el césped híbrido lució peor que nunca. Las condiciones provocaron la cancelación del partido de la NFL y no se ha celebrado un compromiso de futbol o un concierto desde entonces en el Coloso de Santa Úrsula.

"[La cancha] no es algo que nos preocupe", comentó Edgar Méndez. "Venimos jugando en una cancha que daba pena de verla cómo estaba, siendo el Azteca. Pero bueno, nos tenemos que adaptar y salir como siempre lo hacemos en casa".

A tirar la maldición. La Máquina tendrá su presentación como local en el Coloso de Santa Úrsula en...

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