Las campanas y su lenguaje

AutorMURAL - STAFF

Un grito de guerra pidió disparar el cañón, el tiro fue a dar a la Catedral de Guadalajara y atravesó la campana de La Purísima, fundida en 1836 y colgada en la torre Sur del recinto.

Por el orificio que dejó el cañonazo a mitad de la campana se alcanza a ver el Hospicio Cabañas, desde ahí llegó el cañonazo en 1852.

Guadalajara se comunicaba con campanas. Para una invitación, un anuncio, una desgracia, primero sonaban los repiques y luego se daba por hecho, así lo muestran los archivos que encontró la historiadora de la UdeG, Grecia Guadalupe Carvajal Becerra, para la investigación "Indios Campaneros en la Catedral de Guadalajara siglos 17 y 18".

Las campanas eran el medio que mantenía alerta de los sucesos de la vida cotidiana y la que más responsabilidad tenía era la de San Fernando, fundida en 1759: se tocaba cada que llegaba el correo o los cargamentos provenientes de Veracruz.

Sonaba también para anunciar la llegada de nuevos gobernantes y figuras eclesiásticas; no se escapó de repicar cuando en noviembre de 1810 Miguel Hidalgo llegó a la Ciudad, o cuando por primera vez el ferrocarril pasó por estas tierras, el 15 de marzo de 1888, y hasta el arribo de Porfirio Díaz en diciembre de 1908.

Y aunque la de San Fernando es famosa por los cargos que debió cumplir, hay una campana que es la "mamá de todas", como la llama Manuel Gómez Ibarra, restaurador de la Catedral.

Para las llamadas a misa y los clamores especiales, la campana Mayor o María de la O tomaba la batuta y hasta la fecha es la que inicia los toques para que el resto respondan.

Su sonido le da autoridad y eso que la tuvieron que fundir tres veces porque su timbre no daba resultados. En el tercer intento, en 1758, el fundidor anónimo se dio por vencido y la enterró, relata José Cornejo Franco en el libro Reseña de la Catedral de Guadalajara.

María de la O puede sentirse orgullosa. No sólo guía los toques en la Catedral, sino que con su peso de siete toneladas ocupa el séptimo lugar a nivel nacional por su tamaño, así la ha comparado Uriel Quiroz para la realización del libro Las Campanas más Grandes de México, dirigido por Pablo Muñoz Rodríguez.

A María de la O le responden los repiques otras 18 campanas, nueve la acompañan en la torre Norte, que da a la Plaza de...

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