Brujas, brujillas y 'brujeres'
Autor | Doly Mallet |
La palabra "bruja" parece sinónimo de vieja fea y decrépita.
Pero, por el contrario, el cine las muestra -en su mayoría- como jóvenes, sexys y poderosas. También creemos que son malas, pero la verdad es que todas tienen una buena razón para su mal comportamiento, por eso secretamente las comprendemos y admiramos.
Las brujas son un ícono femenino de poder (desde la historia celta) y eso resulta muy atractivo.
No importa si las acompañan gatos negros, cuervos o sapos; el séptimo arte ha utilizado este arquetipo un sinfín de veces resultando que o queremos ser una de ellas, o hemos caído bajo su hechizo.
Nadie lo puede negar: todos tenemos una favorita y, si de brujas hablamos, no podíamos elegir a las 10 mejores, cuando su número predilecto es 13, ¿verdad?
LA MÁS FEA
El Mago de Oz
(The Wizard of Oz, EU, 1939)
Bruja: La Bruja Mala del Oeste (Margaret Hamilton)
Prácticamente planteó el estereotipo de la escoba, el sombrero picudo y la cara verde horrible. Gracias a ella sabemos que las brujas se derriten con agua. Su mascota no es un gato, sino changos voladores, y odia a los perros.
Lo que nos hechizó: Probablemente es la que más injusticias sufrió, pues siempre la rechazaron por su físico; tenía que cargar con la "perfección" de la presumida Bruja Glinda. Y para colmo, una vil desconocida le quita las zapatillas de rubí ¡de su hermana!, la mata y le quita su escoba.
Gregory Maguire escribió una novela sobre la vida de esta pobre mujer, que se volvió tan famosa que ahora es el musical más exitoso de Broadway, Wicked, y con ello aprendimos que la maldad es aprendida y provocada.
LA MADRASTRA
Madrastra Malvada
(Wicked Stepmother, EUA, 1989)
Brujas: Miranda y Priscilla Pierpoint (Bette Davis y Barbara Carrera)
Mientras una es humana, la otra debe permanecer en el cuerpo de un gato. La madre fuma sin parar y la hija es seductora. Ambas quieren imponerse a la familia yuppie a la que acaban de entrar.
Lo que nos hechizó: ¿Te imaginas pretender ser la mascota de tu mamá? ¡Qué tortura! Pero la madre también sufre: se casa con un señor muy buena gente, y de pronto los hijastros deciden que no se come carne porque son vegetarianos, desconfían del gato (que es la hija) y la quieren echar porque le gusta fumar.
Ésta fue la última película de la gran actriz Bette Davis, quien murió ese mismo año a los 81. Aunque en su juventud se especializó en papeles de malvada, en su vejez el rasgo se acentuó y también filmó Ojos en el Bosque (1980) en la que, sin ser bruja, asustó a todos los niños de la época.
LA MÁS BELLA
Stardust: El Misterio de la Estrella
(Stardust, EU, 2007)
Bruja: Lamia (Michelle Pfeiffer) Es la líder de un trío de hermanas que deben...
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