Brexit y Frexit
| Autor | Marianna Lara y Susana Berruecos |
We cannot aim at anything less than the European Union as a whole, and we look forward with confidence to the day when that Union will be achieved.
Winston Churchill, 1948
Los próximos comicios electorales en Reino Unido y Francia definirán el futuro de Europa como hoy la conocemos. Si bien el discurso de los candidatos que contienden incluye posiciones y acciones de política interna, tales como economía y seguridad social, el trasfondo en ambos procesos es la pertenencia a la Unión Europea (UE). Un Brexit o Frexit no sólo tendrá implicaciones para Europa; la posible autonomía en la toma de decisiones y apertura económica representan una oportunidad para México, sobre todo ante las amenazas proteccionistas de la era Trump, en la que se ha profundizado la necesidad de fortalecer los lazos comerciales con otras naciones.
BREXIT
En el caso del Reino Unido, la primer ministro Theresa May, quien asumió el cargo el año pasado ante la renuncia de David Cameron después de perder el referéndum del Brexit, convocó elecciones tres años antes de lo previsto para revestir estratégicamente su mandato de legitimidad democrática y fortalecer el respaldo político a su gobierno de cara a las negociaciones con Bruselas, que darían fin al sueño churchilliano. El 29 de marzo pasado, May notificó formalmente a la UE la decisión del Reino Unido de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa e iniciar su proceso de separación, mismo que tomará dos años.
Desde los comicios de 2015, el Partido Laborista ha perdido popularidad e internamente se encuentra debilitado. Su líder, Jeremy Corbyn, veterano de izquierda de la vieja escuela, continúa incomodando no sólo al establish-ment centrista de su partido -cabe recordar el surgimiento del "nuevo laborismo", el liderazgo de Tony Blair, y aquella vertiente ideológica elesiana de la Tercera Vía que les dio sustento-, sino también al mundo financiero. Tras la debacle interna laborista, aumentar el número de representantes en la Cámara Baja parece viable para May, sobre todo después de que el Parlamento aprobara por abrumadora mayoría realizar elecciones anticipadas el 8 de junio.
A fines de abril, la mayoría de las encuestas daban una ventaja para el Partido Conservador superior al 20 por ciento. De acuerdo a Electoral Calculus, los Tories obtendrían 46 por ciento de los votos, que se traducirían en 410 de los 650 escaños (79 más de los que posee actualmente); mientras que los Laboristas obtendrían 25 por ciento de los...
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