Bob Menéndez / Los efectos del desplante de AMLO

AutorBob Menéndez

La relación entre México y los Estados Unidos es demasiado importante para que nuestra diplomacia se base solo en fanfarronadas y no en avances concretos. Esas fueron mis perlas de sabiduría para el presidente Donald Trump en el 2016, después de que lanzara lo que se convertiría en la presidencia estadounidense más antimexicana en la historia moderna. Nunca esperé tener que usar ese mismo consejo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, alguien que entiende la historia compartida, los valores e intereses comunes, y la importancia del respeto mutuo en la relación entre nuestras naciones.

Lamentablemente, la ausencia del Presidente López Obrador en la Cumbre de las Américas este mes fue un gran paso atrás a nuestros esfuerzos por construir puentes, no muros, entre los Estados Unidos y México. Su boicot, una reprimenda al presidente Biden por no invitar al trío de dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua, fracasó. El desplante terminó costándole al pueblo mexicano la oportunidad de tener sus intereses representados por su presidente en la primera reunión de líderes de la región en más de cuatro años. Y en última instancia, el capricho del presidente solo generó más dudas sobre la fiabilidad de México como socio en la lucha global en contra del retroceso democrático.

Habiendo reunido líderes de todo el espectro político en Los Ángeles, la cumbre fue un momento clave para reactivar discusiones para contrarrestar los efectos hemisféricos de la pandemia del COVID-19 y acordar iniciativas que brinden beneficios del crecimiento económico a todos nuestros ciudadanos. Los mandatarios presentes también lograron forjar un nuevo consenso para responder a los altos niveles de migración que abruman a nuestra región. El no poder contar con el jefe de la tercera democracia más grande del hemisferio fue tan palpable como lamentable.

Tras cuatro largos años de insultos y agresiones, Trump resquebrajó las relaciones entre Estados Unidos y México. Todos tuvimos que aguantar a un presidente estadounidense que hizo de la comunidad mexico-americana su blanco preferido de la retórica de odio. Trump juró en vano que México pagaría por un muro fronterizo, amenazó a México con aranceles y, según su exsecretario de Defensa, incluso contempló disparar misiles a México para atacar a los cárteles de la droga.

En un marcado contraste, el presidente Biden asumió su cargo con el propósito de establecer un régimen político para restaurar relaciones bilaterales y...

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