La Biblioteca post-Covid

AutorIsrael Sánchez

"Reabran las bibliotecas, que al fin nadie va", claman, bromista pero certeramente, los usuarios afectados por el prolongado cierre de estos espacios en el País.

Y es que las puertas de tales recintos, como los 7 mil 464 que integran la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, han permanecido cerradas desde la cuarentena por la irrupción del SARS-CoV-2 hace poco más de un año, aún cuando la cotidiana ausencia de multitudes pareciera sugerir su seguridad.

"Sin pandemia, las bibliotecas ya eran lugares de distancia social. Realmente la gente no estaba ahí, y las pocas personas que las frecuentaban eran muy felices porque no había nadie que las molestara", comenta en entrevista Alejandra Quiroz Hernández, profesional del libro, la lectura y las bibliotecas.

"Realmente las bibliotecas públicas en México son lugares seguros porque no hay multitudes", reitera. "Sin embargo, no están abiertos".

Un cierre que, ejemplifica la ex coordinadora de Servicios Educativos de la Biblioteca Vasconcelos, implica la pérdida de la única fuente de consulta -incluso con las limitantes de los acervos desactualizados- en comunidades sin internet. Así como de un espacio que podía fungir como punto de fuga y refugio de los contextos críticos de algunos usuarios.

"Se habla mucho, a propósito del confinamiento, de toda esta gente que no tiene espacio para estudiar, para concentrarse, de silencio, sin violencia. Esto es algo que también te provee la biblioteca pública.

"Así que es una doble pérdida: la de los recursos y los soportes de información, y la pérdida de un espacio dónde estar, dónde aprender y dónde crear", expone Quiroz Hernández, productora de contenidos del sello infantil y juvenil Leetra y coordinadora editorial de la revista para bibliotecarios Knovvmads.

Esto, no obstante, no significa que las bibliotecas y su personal -motor y corazón de las mismas- hayan dejado de trabajar durante todo este tiempo. Al igual que el resto del mundo, tuvieron que adecuarse a lo virtual, en la medida de sus propias condiciones y posibilidades.

Desde atender a sus comunidades por medio de correo electrónico, lo cual ya venían realizando hace años, hasta responder dudas por medio de WhatsApp o videoconferencias, ilustra el bibliotecólogo Gerardo Zavala Sánchez, presidente del Colegio Nacional de Bibliotecarios (CNB).

"Sí ha sido difícil, como para cualquier otra persona, pero nos hemos ido adaptando a las necesidades y a lo que nos ha llevado esta pandemia: a trabajar desde casa y fuera de nuestras instituciones. Se han hecho varios esfuerzos", expresa vía telefónica el también académico de la UNAM y miembro del Comité Mexicano Memoria del Mundo de la Unesco.

Para Quiroz Hernández, aquellas bibliotecas que ya conocían a su comunidad tuvieron mayor ventaja para ofrecerles un programa virtual y a distancia con lecturas en voz alta grabadas, talleres y conversatorios, entre otras cosas.

En Chihuahua, continúa, la red de bibliotecas de la entidad colaboró con la feria del libro local para llevar a cabo presentaciones editoriales. Mientras que en Mexicali aprovecharon para brindar capacitación al personal, así como para remodelar algunas bibliotecas.

Aún como titular de la Dirección General de Bibliotecas (DGB), Marx Arriga -ahora Director de Materiales Educativos de la SEP-, presumió a REFORMA en julio del año pasado el programa de Bibliotutorías, consistente...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR