BENCHMARK / 3 reglas Incas, y...

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"Las 3 reglas morales de los Incas son:

  1. Ama Sua: no robar. En Taquile (una isla en el lago Titicaca) se tiene por ejemplo el respeto mutuo. No hay policías. Nadie entra a las casas si no es invitado. No hay candados, todo está abierto.

  2. Ama Llulla: no mentir. Siempre se debe decir la verdad.

  3. Ama Quella: no ser ocioso. Trabajar siempre. Esta población (Quechua) se caracteriza por ser los mejores artesanos, tienen la regla de siempre estar trabajando. Yo hablo y ustedes me escuchan atentos. Pero si entre ustedes hubiera un habitante de Taquile, con sus ojos vería, pero sus manos estuvieran trabajando. Los varones y las mujeres caminan, y sus manos siempre están tejiendo. La lana se la cruzan en el cuello y siempre trabajan o hilan.

    Meléndez: Flor, muy buenas las 3 reglas de los Incas. Muchos de nuestros políticos podrían y deberían aprendérselas. Yo agregaría una adenda al tercer precepto, porque a veces ser ocioso es lo mejor.

    Como decimos allá en México, si vas a hacer una pendejada, entonces es mejor ser ocioso.

    El agregado sería: trabajar, pero en cosas que valgan la pena.

    Ja, ja, ja...".

    Este fue un diálogo con nuestra guía Flor, en una de las visitas de una fabulosa vacación de Semana Santa en Perú.

    Con todo y la gran sabiduría de los Incas, creo tener razón.

    Ese trabajo es como dar pasos, pero es importante que sean en la dirección correcta. ¿Te imaginas avanzar rápidamente al precipicio? ¿Correr velozmente para llegar a "La Chingada"?

    Ahí el ocio es mejor opción.

    El destino importa. No hombre, el destino es lo más importante.

    Para mí es un mantra: el éxito (en lo que sea) depende de la ejecución ingenieril de buenas ideas a través de periodos largos de tiempo.

    El punto de partida siempre son las buenas ideas.

    Y las buenas ideas no provienen de la inspiración o los sermones simplistas de un predicador.

    Para nada.

    Provienen del análisis, de hacer "benchmarks", de preguntarse y observar resultados de la aplicación de esas ideas en otros lados, de tener mecanismos de retroalimentación para ver si la realidad valida tus ideas y, finalmente, provienen de ajustar todo lo que se tenga que ajustar.

    Antes de emprender el trayecto, pregúntate entonces:

  4. ¿De dónde salió esta idea? ¿Es acaso la del jefe? ¿Cómo se discutió, con quién y cómo se tomó la decisión?

  5. ¿Qué evidencia se tiene de sus méritos? ¿Se ha implementado en otros lados? ¿Qué resultados tuvo?

  6. ¿Cuáles son sus principales riesgos o puntos débiles?

  7. ¿Qué se necesita para...

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