El "ya basta" de Pantelhó

AutorIsaín Mandujano

PANTELHÓ, CHIS.- El pasado miércoles 7, con la irrupción de las autodefensas El Machete de Pantelhó se destapó la negligencia gubernamental y la ausencia del aparato de procuración e impartición de justicia en este rincón de los Altos de Chiapas, donde durante casi 20 años quedaron en la impunidad los asesinatos y las desapariciones.

En su pronunciamiento público, el grupo civil armado señaló que su organización se gestó tiempo atrás, pero decidieron salir a la escena pública tras los asesinatos de Mario Santiz López (el sábado 3) y el del defensor de derechos humanos, excatequista y expresidente del grupo Las Abejas de Acteal, Simón Pedro Pérez López (el lunes 5).

El Machete manifestó que se formó en las comunidades indígenas para frenar a un grupo criminal presuntamente vinculado al ayuntamiento municipal perredista. Añaden que dicho grupo es conocido como Los

Herrera, cuyo fundador, Austreberto Herrera Gutiérrez, está preso desde agosto de 2019 en el penal del Amate por dos crímenes de 2015 y uno más de 2016.

Al ser encarcelado Herrera, sus hijos Dayli de los Santos y Rubén Estanislao, sembraron el terror con el que pretenden terminar las autodefensas.

Al respecto el párroco Marcelo Pérez Pérez, vicario de la pastoral social de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, apunta en entrevista que la complicidad y la ausencia del Estado ha ocasionado que grupos armados y del crimen organizado se adueñen de esos espacios.

"Eso ha provocado mucha violencia, mucho sufrimiento, mucho terror entre la población, y eso es ya una gran preocupación para la diócesis", señala Pérez, uno de los pocos que se atreve a hablar de los grupos armados en la zona tsotsil.

El sacerdote indígena-quien coordina la Pastoral Social de la Provincial de Chiapas, integrada por las diócesis de

San Cristóbal de las Casas, Tapachulay Tuxtla Gutiérrez- dice que a partir de la actuación de estos grupos en Pantelhó y otros municipios de los Altos empezaron los asesinatos, las desapariciones y los desplazamientos de gente que protestaba contra los alcaldes.

Asegura que en los Altos de Chiapas no hay municipio donde no operen grupos armados, sólo que algunos son más visibles que otros. "Y cuando decimos crimen organizado, es que están realmente bien organizados", sostiene.

El padre Pérez apunta que al irrumpir las autodefensas llegaron el Ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal, por lo cual Los Herreras se dispersaron por los vecinos municipios de Simojovel...

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