Banca Privada d'Andorra en México. Dinero, drogas y delincuentes de cuello blanco

AutorMathieu Tourliere

En la trama de la Banca Privada d'Andorra (BPA) en México se entrelazan maletas de efectivo, drogas, casas de cambio, estructuras offshore, cuentas bancarias ocultas, testaferros y presuntos narcotraficantes venezolanos; también hay personajes vinculados a Sinaloa -entre ellos el expresidente del club de futbol Dorados de Sinaloa-, integrantes de la élite político-empresarial del país y operaciones gubernamentales ordenadas desde la oficina del entonces presidente Enrique Peña Nieto.

A este capítulo de la delincuencia de cuello blanco en México se sumó recientemente un suceso: la confiscación, por parte de las autoridades de Andorra, de cerca de 48 mil millones de pesos guardados en las cuentas bancarias de 23 ciudadanos mexicanos en BPA. En estas se amasan entre 5 y 150 millones de euros que, según la justicia del pequeño principado de 80 mil habitantes, son producto de lavado de dinero.

Aunque los nombres de los clientes permanecen ocultos, una investigación del diario El País reveló que Juan Ramón Collado Mocelo, el abogado de la cúpula del PRI -entre sus clientes: Peña Nieto, Carlos y Raúl Salinas de Gortari, Carlos Romero Deschamps y Mario Ruiz Massieu-, movió 120 millones de euros a Andorra, mientras que el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo Maza, y otros poderosos empresarios y políticos tuvieron cuentas ahí.

El idilio con el banco del principado terminó de manera abrupta el 6 de marzo de 2015, cuando la Red de Control de los Delitos Financieros de Estados Unidos (FinCEN) señaló a BPA por lavar miles de millones de dólares de organizaciones criminales de Rusia, China y Venezuela, así como del Cártel de Sinaloa.

En su notificación, las autoridades estadunidenses afirmaron que, además de constituir cuentas bancarias para sus clientes, BPA les creaba redes de sociedades off-shore en Panamá, Suiza o Luxemburgo para esconder el origen del dinero que terminaba en Andorra, e incluso "prestó" su dirección a algunos para garantizar su anonimato.

La notificación de FinCEN llevó a las autoridades de Andorra y Panamá a intervenir las empresas de BPA y a congelar la mayor parte de las cuentas durante sus indagaciones. Las autoridades descubrieron que BPA tenía 2 mil 165 clientes "no aptos", ya sea porque figuraban en listas negras o porque tenían comportamientos sospechosos; de éstos estimaron que 923 realizaron operaciones de lavado de dinero.

Efectivo y polvo blanco

Desde sus inicios en México, en 2006, BPA estuvo involucrada en operaciones mafiosas. En su primer año y medio, el banco operó en el país por medio de Victor Manuel Urdangaray Avilés y José Miguel Díaz Fernández, dos ciudadanos españoles originarios del principado de Asturias.

Instalaron una "oficina de representación" de BPA en la exclusiva Torre Omega de Polanco, junto con las representaciones de Caja de Ahorros de Asturias -hoy Liber-bank- y de los bancos suizos UBS y Crédit Suisse. Ahí, los dos españoles emprendieron negocios ilegales a espaldas de otro representante del banco, Jean Marc Masson.

En abril de 2020, el medio local Poble Andorrá publicó fragmentos de la carpeta de investigación que las autoridades de Andorra abrieron sobre el caso. La carpeta incluye "miles" de correos electrónicos internos que los directivos de BPA escondieron hasta 2019, pues evidencian cómo encubrieron operaciones masivas de lavado de dinero.

Exhiben por ejemplo cómo Urdangaray blanqueó millones de dólares a través de uno los primeros clientes de BPA en el país: la empresa ByB Casa de Cambio.

Entre los correos internos de BPA, los sabuesos de Andorra encontraron un "informe" que Masson envió a sus superiores en agosto de 2007. Estaba basado la confesión del chofer de Urdangaray y Díaz en México, y narraba cómo lo utilizaban para mover bolsas de dinero y drogas "desde septiembre de 2006".

El chofer explicó que solía recoger las maletas en el domicilio del ciudadano venezolano Jorge Luis Mathison Jiménez y llevarlas a casa de Urdangaray; éste contaba el dinero, guardaba una comisión "de 1.5%" -que repartía con Díaz- y regresaba las bolsas al chofer, quien las transportaba a las oficinas de ByB, en el despacho 203-A del edificio corporativo ubicado en el número 1855 de la calle Horacio, en Po-lanco. Ahí, un contador verificaba el monto y "una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR